Los hermanos vascos Iker y Eneko Pou, junto con el alpinista italiano Herbé Barmasse, coronaron el pasado martes la cumbre del Mont Blanc abriendo una nueva ruta en la vertiente italiana.

Los tres llegaron a la cumbre (4.810 metros) escalando la pared sur de la zona de Freney afrontando la llamada «cresta del Brouillard», cuya ascensión los alpinistas habían siempre rechazado por su extrema dificultad. La escalada duró cinco días y fue limpia (sin usar maza, clavos ni chapas). Han sido 350 metros de pared inédita en la vertiente del Brouillard, en once largos y con una dificultad máxima de 6c.

«Sin lugar a dudas esta ascensión es un paso de gigante en nuestra carrera, por lo que supone para nosotros haber conseguido abrir una ruta en el Mont Blanc, 19 años después de haberlo ascendido por primera vez por la ruta normal en compañía de nuestro padre e Ibon y Félix Saint Boisse», explicaban los hermanos Pou en su página web.

La nueva ruta en la vertiente italiana del Mont Blanc ha sido bautizada como «La Clásica Moderna» en un homenaje «a la filosofía del legendario alpinista italiano Walter Bonatti, con su apertura al vecino Pilastro Rojo en 1959, esto es, portear todo el material hasta la base por nuestros propios medios (entre 8-10 horas), no utilizar expansivos e intentar abrir una línea lógica sobre fisura, y finalizar la ruta en la misma cumbre del Mont Blanc».

Txikon, a por el K2

Por su parte, el montañero vizcaino Alex Txikon intentará hoy mismo hacer cumbre en el K-2 (la segunda montaña más alta del mundo con 8.611 metros de altitud), tras estar ya en el campo 4, el más avanzado.

En caso de alcanzar la cumbre, para el lemoarra supondría el tercer ochomil consecutivo en menos de 20 días tras los logrados en el Gasherbrum I (13 de julio) y Gasherbrum II (22 de julio).