Los mercados de renta variable fueron nuevamente vapuleados al son del aviso de S&P sobre otra posible rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos entre los 6 y los 24 meses siguientes, después de haberle despojado el pasado viernes de la triple AAA. Muchos tenedores de estos títulos de renta fija, de acuerdo a su política de inversión en activos de máxima calidad, se verán obligados a su venta, lo que podría provocar más inestabilidad. Así las cosas, la cantinela de Washington sobre el error de bulto de la agencia de ráting y la falta de alternativas a los bonos estadounidenses no tranquilizó a los inversores. En Europa, tras un inicio espectacular por la compra de bonos del BCE, se pasó con fuerza al terreno de los descensos por el derrumbe de Wall Street y la limitada actuación del banco europeo, a la que muchos analistas calificaron de simbólica más que de efectiva. Con todo, la prima de riesgo cayó ampliamente por debajo de los 300 puntos en el Estado español. El nuevo descalabro del Ibex supuso un recorte del 2,44%, hasta los 8.459,40 puntos. En el resto de Europa el destrozo fue mayor: Fráncfort se hundió un 5,02%, París, un 4,68%, y Londres, un 3,39%. Dentro del Ibex, destacaron los avances testimoniales de Popular y BME. Los peores fueron ArcelorMittal (-9,67%), Gamesa (-6,92%) y Caixabank (-6,02%). Entre los pesos pesados, destacaron los descuentos del 2,50% en Iberdrola y Telefónica. En París, hasta 12 valores sucumbieron más de un 8%. Entre los más perjudicados estuvieron Alcatel-Lucent (-9,71%) y Société Générale (-8,42%). Ningún valor terminó al alza.