Revuelta en el extrarradio de londres
La ministra de Interior vuelve de vacaciones el tercer día de incidentes
S.G. | DUBLÍN
La segunda noche de disturbios en Londres, que alcanzaron a otras barriadas en la capital inglesa como Islington y Enfield, Dalston y Walthamstow, y Brixton, se saldó con nueve policias heridos y más de cien detenidos e hizo saltar as alarmas del Ejecutivo encabezado por el conservador David Cameron, y obligó a su ministra de interior, Theresa May, a volver de sus vacaciones estivales para asumir la responsabilidad política de las estrategias policiales.
Su regreso se ha visto rodeado por las críticas hacia la ausencia de políticos, que como el alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, manifiestan su desagrado a través de comunicados desde su destino vacacional mientras los incidentes en la capital británica persisten.
Adiós a la improvisación
Si durante la noche del sábado se adivinaba improvisación en la confrontación entre jóvenes y policías en Tottenham y Wood Green, que se inició después de una protesta por la muerte de Mark Duggan en un incidente con la policía que aún no ha sido esclarecido, los que durante el domingo se enfrentaron a la Policía en otras zonas de Londres mostraban, según fuentes policiales, un cierto grado de coordinación.
La Policía, por su parte, también parecía mejor preparada, sobre todo en Enfield, donde vecinos del área comentaron a los medios que policías de paisano ya les habían informado horas antes de lo que se avecinaba. Allí ,los antidisturbios no dudaron en cargar contra aquellos que invadieron una joyería, que sufrieron heridas por los golpes y las mordeduras de los perros de la policía. Por su parte, los jóvenes utilizaron ladrillos para atacar a la Policía y los escaparates de las tiendas, moviéndose en grupo de un área a otra, atacando y saqueando supermercados y centros comerciales.
Mientras tanto, en Brixton, una multitud disfrutaba de un festival durante el día, pero con la llegada de la noche grupos de jóvenes comenzaron a atacar tiendas de telefonía móvil, calzado deportivo y ropa. La confrontación entre policía y jóvenes siguió hasta bien entrada la madrugada.
La familia de Mark Duggan, el joven de 29 años de edad que murió en un incidente con la policía londinense el pasado jueves, sigue esperando. Primero, tuvieron que esperar treinta y seis horas para poder identificar su cadáver.
Después esperaron cinco horas ante la comisaría de policía de Tottenham reclamando entrevistarse con alguien al mando que pudiera explicarles no ya lo que había ocurrido, sino cómo avanzaba la investigación. Hoy siguen esperando la verdad, porque la versión inicial de los hechos ha sido puesta en duda por informaciones publicadas en su edición de ayer por el diario «The Guardian».
Estas últimas señalan que en ningún caso hubo un tiroteo, y que las dos balas que mataron a Duggan e hirieron a un policía pudieron partir del arma reglamentaria de un segundo agente, y que aunque Duggan sí tenía un arma en su posesión, está se encontraba envuelta en un calcetín y nunca fue usada. Los informes de balística se esperan en las próximas horas. S.G.