En estos días en los que estamos sumergidos en pleno ambiente festivo, y mas aún este mes en el que se celebran las fiestas en las capitales de Euskadi, a las que acuden personas de distintos lugares del mundo, no dejamos de pensar en que pasaría si las fuerzas de seguridad, del orden y la ley, se dedicaran a confiscar y romper sin más, los símbolos de sus lugares de origen, los de su equipo de fútbol favorito... con los que intentan acompañar la celebracion. Cualquier cosa con tal de impedir que la bandera con la que se identifican se muestre, incluso deteniendo a los portadores.

Suponemos que embajadas y gobiernos de dichos lugares mostrarían su indignación ante semejante falta de respeto, y como mínino, pedirían explicaciones al ayuntamiento de turno por dicha persecucion hacia su emblema. ¿Qué sucedería si el Ayuntamiento de Iruñea mandara a sus fuerzas de seguridad a destruir las banderas francesas que se ven en la plaza consistorial el 6 de julio? ¿Sarkozy no diría nada?. O si les ordena destruir las banderas catalanas que aparecen... ¿Por qué no hace nada el Gobierno Vasco cuando se ve año tras año lo que sucede el 6 de julio con la ikurriña? ¿Por qué no levanta querellas contra el responsable, ayuntamiento de Iruñea, por destruir su símbolo? Es una bandera legal, y a nosotras los sucesos nos ofenden y nos indignan, pero mucho más el Gobierno Vasco, que año tras año no la defiende.

Tenemos noticias de antecedentes de destrucción de otras banderas y símbolos, y dichas acciones fueron sancionadas penalmente según la ley. ¿Por qué aquí, los representantes de la ley la incumplen sin ninguna consecuencia?. ¿Las leyes no son iguales para todos? ¿Por qué esos representantes son mandados por altos cargos politicos del Ayuntamiento de Iruñea y no les ocurre nada?

Lo que queremos exigir al Gobierno Vasco es que defienda su bandera oficial y pida responsabilidades legales a los responsables de dichas acciones y que no permanezca impasible.