El lunes mi primer recuerdo fue para ti.

Cuando desde una pequeña altura pude comprobar la magnitud que ha alcanzado la propuesta del abordaia, cuando vi a las miles de personas que entre participantes, colaboradores, abordaiazales y mirones abarrotaban el puerto, Urgull, la Kontxa, la bahía, me asombré, me emocioné y mi pensamiento voló hacia ti y hacia los que como tú, contra viento y marea (nunca mejor dicho), tuvisteis la imaginación, la alegría y la valentía de inventar y poner en práctica una nueva forma festiva abierta y participativa que diera salida a las sanas ganas de disfrutar, de vivir, de gran parte de la población donostiarra aprisionada por la imposición de un estilo voyeur, ñoño, elitista y servil de vivir las fiestas.

¡Qué éxito! ¡Qué triunfo de la solidaridad, del compromiso y de las ganas de vivir!

A pesar de las trabas institucionales y boicots mediáticos, el abordaia se ha convertido, en sólo nueve años, en el acontecimiento más participativo, alegre y desenfadado de la Semana Grande donostiarra. Hasta tal punto que al anterior Ayuntamiento no le quedó más remedio que claudicar en sus prohibiciones, incluyéndolo en su programación oficial ante la obviedad de su atractivo. Y, por qué no, puede que en breve sea nuestra imagen festiva como Marijaia en Bilbao o los blusas en Gasteiz. Aquello de «prohibido prohibir» y «la imaginación al poder» que algunos que hace tiempo peinamos canas también vivimos en los 60, es hoy de nuevo (nunca dejó de serlo) actualidad y gozosa realidad.

Lástima que de momento algunos no podáis verlo, pero no tengo la menor duda de que en breve plazo podréis disfrutar con nosotros del éxito de todos. Y esto no es imaginación. Eskerrik asko, Markel. Eskerrik asko, denei.