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Obama exige por primera vez al presidente sirio que renuncie

Tras cinco meses de crisis -y 2.000 muertos-, EEUU cruzó ayer el Rubicón y exige ya abiertamente la dimisión del presidente sirio, Bashar al-Assad. Obama promulgó, además, nuevas sanciones. La decisión coincide con un informe de la ONU que acusa a Damasco de «crímenes contra la Humanidad» y que se sometió a estudio ayer en el Consejo de Seguridad.

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Barack Obama exigió ayer por primera vez la dimisión del presidente sirio, Bashar al-Assad, y anunció un nuevo paquete de duras sanciones contra al régimen de Damasco, aunque la Casa Blanca matizó que no tiene intención de llamar a su embajador en Siria.

«Hemos explicado reiteradamente que el presidente Al-Assad debía llevar adelante una transición democrática o dimitir. No lo ha hecho (la transición). Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento de que se retire», señaló el presidente de EEUU en un comunicado.

Es la primera vez que Washington apela explícitamente a la salida de Bashar al-Assad, quien hace frente desde hace cinco largos meses a una revuelta que se ha saldado con la muerte de 2.000 personas.

El inquilino de la Casa Blanca, quien condenó la «brutalidad» de la represión contra los manifestantes, aseguró que EEUU «no puede ni quiere imponer la transición» al pueblo sirio, «al que corresponde elegir a sus nuevos dirigentes».

Duras sanciones

Paralelamente, obama anunció haber firmado un decreto que prohíbe la importación de petróleo y derivados de Siria y que congela todos los activos del Estado sirio en suelo estadounidense.

El Departamento del Tesoro aseguró que el objetivo sería impedir que esos activos «puedan ser utilizados para prolongar la campaña de violencia y represión del régimen sirio contra los ciudadanos de Siria».

El decreto autoriza igualmente al Tesoro a tomar medidas de represalia contra toda persona jurídica o física, estadounidense o no, «que ofrezca ayuda al Estado sirio», añade el comunicado.

No retira a su embajador

Por contra, El Consejo de Seguridad Nacional, por boca de su portavoz Tommy Vietor, aseguró que la Casa Blanca no tiene intención de llamar a consultas a su embajador en Damasco. «Le necesitamos allí», añadió.

Desde su llegada a la Casa Blanca, Obama ha defendido la colaboración con el régimen sirio, pese a las duras críticas republicanas, que hicieron todo lo posible para impedir la nominación como embajador de Robert Ford y han criticado vivamente al presidente por mantener contacto con Damasco.

En una breve alocución, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, aseguró que las nuevas sanciones golpean al régimen sirio «en el corazón».

Las desavenencias entre Obama, partidario ahora de un lenguaje más duro contra Al-Assad, y Clinton son un secreto a voces. La secretaria de Estado insistía el pasado martes en pedir una mayor implicación a Arabia Saudí y a Turquía y en relativizar el impacto de una, ayer confirmada, exigencia de renuncia de Al-Assad por parte de EEUU.

«No creo que el hecho de que EEUU le diga a Al-Assad que tiene que irse vaya a cambiar gran cosa», señaló en una comparecencia en la Universidad Nacional de Defensa. Por contra, añadió que «si Turquía o el rey Abdallah (de Arabia Saudí) lo hacen, el régimen de Al-Assad no podría ignorarlo».

Crímenes contra la humanidad

Esta vuelta de tuerca de Washington contra Siria coincide con la filtración de un informe de la ONU que constituye un catálogo de brutalidad y represión contra la población civil «que podría constituir crímenes contra la Humanidad».

El informe, compilado por una misión de trece expertos enviada al país árabe por una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, incluye el nombre de 1.900 personas muertas desde mediados de marzo, «todos civiles». Recoge testimonios de «torturas y tratos degradantes» y revela «una aparente voluntad de tirar a matar» de las fuerzas de seguridad.

El informe asegura que la mayoría de las manifestaciones de protesta habrían sido pacíficas.

Además de denunciar ejecuciones sumarias, el informe recoge testimonios de ejecuciones en los hospitales.

Este informe iba a ser presentado ayer mismo en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Fin de las operaciones

Horas antes del anuncio de Obama y de la reunión del Consejo de Seguridad, el presidente sirio anunció, en conversación telefónica con el secretario general de la ONU, el fin de las operaciones militares y policiales contra la revuelta.

El presidente del opositor y autodenominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahmane, confirmó no tener conocimiento de nuevas acciones militares más allá de tiroteos esporádicos en Lataquia, aunque «puede cambiar en cualquier momento».

a rebufo

La UE se apresuró a exigir la renuncia de Al-Assad, al que acusó de haber perdido toda la legitimidad. París, Londres y Berlín, a través de un comunicado conjunto de sus líderes, apoyaron nuevas sanciones comunitarias contra Siria.

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