Después de todo lo que le costó obtenerlo, el privilegio de vestir de rojo durante todo un año que se ganó dentro y fuera de las canchas no le ha sentado demasiado bien a un Xala que, de momento, apenas ha podido disfrutar de esa condición.

Desde aquel todavía recordado 3 de julio, el de Lekuine apenas ha disputado siete partidos, muy pocos para un campeón manomanista en verano, y su balance de victorias es también muy pobre: un 22-15 junto a Pascual ante Bengoetxea VI-Beroiz en San Fermín, y un 22-14 acompañado por Zabaleta ante Titín III-Merino en Ordizia, en una jornada en la que tuvo sus más y sus menos con el de Tricio.

Palizas en los torneos

Sus participaciones en las ferias estivales -sólo ha jugado en Iruñea y Gasteiz- han sido bastante decepcionantes, por mucho que en San Fermín llegara a disputar la final casi de rebote junto a Iñigo Pascual.

Martínez de Irujo-Merino II los dejaron en seis en la lucha por el título, un tanto más de los que consiguió en Gasteiz junto a Albisu, con el que formó un experimento decepcionante.

Justo antes de ese partido, el de Lekuine se hizo un corte en su mano izquierda al colocarse los tacos que se infectó y le privó de jugar en el torneo de Zarautz. Superado ese problema físico, hoy regresa a las canchas junto a Aritz Laskurain, ganador y mejor pelotari de la feria de la localidad costera.

El de Soraluze será el invitado a la revancha de la final del Parejas ante Olaizola II-Begino.