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Vuelta de la Europa League

Partido para demostrar si este equipo sabe competir

Más allá de tratar de llevar el peso del partido en Estambul, los rojiblancos deberán demostrar que están capacitados para afrontar una «encerrona», tanto por el ambiente hostil como por el juego de los turcos.

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Joseba VIVANCO | BILBO

Con el «cuchillo entre los dientes», advertía el delantero rojiblanco Fernando Llorente que abordarán el jueves el Türk Telecom de Estambul... y con Andoni Iraola -probablemente- en el carril derecho. El Athletic de Bielsa se afana para llegar a tope ante los turcos y, si hiciera falta, se reza a la amatxu de Begoña -como ayer-. Porque cabe recordar la anécdota del jesuita Jon Sobrino, cuando se refugiaba de la balasera del ejército en el campanario de la catedral de San Salvador, y dijo aquello de que «Dios no abandona nunca del todo a sus criaturas», justo cuando en el transistor de Ignacio Ellakuria gritaban que Noriega acababa de marcar al Valencia en Mestalla el gol que daba la Liga a los de Clemente.

Plantilla, directivos y ex-jugadores tuvieron ayer su cita anual con la basílica de Begoña, eso sí, después de entrenar a las órdenes del argentino a las 9.30 -hoy lo harán a las 10.00, y por la tarde partirán en vuelo chárter rumbo a Turquía-. Por lo visto en estos dos últimos días, parece que Iraola será de la partida, al menos de la de los convocados y, viendo la trascendencia del partido, que podría hasta salir de inicio. Por lo demás, todos los que jugaron el pasado jueves están disponibles, incluido Iker Muniain, que el domingo se retiró antes de tiempo por algunas molestias, pero que jugará sí o sí.

Pero más allá de de la preparación táctica para esta `final' europea de los rojiblancos, se impone una mentalización que ya algunos jugadores han empezado a dejar entrever, y que no es otra que el «desafío» -como dijo Gurpegi- que representa el encuentro. Estos días se recuerda el 1-1 en San Mamés contra el Young Boys, que luego se remontó en la vuelta. Pero no es lo mismo jugársela en Suiza que en Turquía, por mucho de mito que pueda tener o no lo del recurrido `infierno' turco.

En la cita del jueves no sólo el Athletic se juega la temporada -al menos, la pasada temporada-, sino que debe demostrar, en un campo hostil y ante un equipo con oficio, que esta plantilla ha dado el salto de calidad que se le debe exigir. Que más allá de asimilar el estilo de Bielsa, de control y presión, sabe ya bajarse al `barro' y sacar a relucir eso que tanto se echa en falta en Lezama en las últimas generaciones: saber competir. Porque el equipo turco, que presentará las sensibles bajas de Yumlu -por roja directa en Bilbo-, el argentino Colman -por ver la segunda amarilla- y su cerebro Adrian -cumpliendo su segundo partido de sanción-, demostró ya en la Catedral que, como diría el entrenador británico Dave Basset, «cuando estás construyendo un equipo, buscas buenos jugadores, no tipos para casar con tus hijas».

Y eso es el equipo turco, no tanto buenos jugadores, como sí futbolistas que saben jugar este tipo de partidos a cara de perro, enredar los encuentros, llevarlos a su terreno, perder tiempo, apretar al árbitro... y con 40.000 aficionados suyos en las gradas.

«El equipo cree en sí mismo»

«El equipo cree en sus posibilidades, porque tiene muchas ganas de conseguir la victoria y, lógicamente, todos pensamos en el gran ambiente que vamos a tener allí», declaraba ayer el guardameta Gorka Iraizoz tras el entrenamiento, insistiendo en esa idea de dar la cara.

El navarro lo tiene claro: «Yo sé cómo va a afrontar mi equipo el partido, y eso es lo único que me importa, porque el pase a la siguiente ronda estará en cómo jugamos nosotros, y no si estamos esperando al rival para ver cómo juega o deja de jugar».

Y la olla a presión que se espera sea pasado mañana el estadio turco les motiva. «El Athletic tiene que ganar, tiene que hacer un buen partido para conseguirlo ,y qué mejor escenario para hacerlo que en un campo así, con sus aficionados, un campo lleno y pudiendo jugar como lo hicimos el partido anterior, creando ocasiones», apostilló.

También tuvo oportunidad Iraizoz de referirse al nuevo estilo propuesto por Marcelo Bielsa, del que aseguró que «nosotros creemos en él cien por cien. Como todo, tiene aspectos que pulir, y lo importante es que todos estamos a una, creyendo al cien por cien en ese partido que tenemos, y en esa forma de jugar que tenemos».

Bielsa charló a solas con Orbaiz durante la sesión

El técnico Marcelo Bielsa charló ayer, en el entrenamiento y durante unos cinco minutos, con el capitán rojiblanco Pablo Orbaiz. El navarro, convocado contra el Trabzonspor, parece que cuenta ahora con más posibilidades de seguir en Bilbo que de cambiar de aires.

Aduriz vuelve a sonar, aunque los «chés» dicen no

La prensa deportiva levantina aseguraba ayer que el Athletic habría vuelto a preguntar por el delantero Aritz Aduriz, pero que desde el club valenciano han respondido que el guipuzcoano no está en venta. La fecha tope para cerrar las plantillas es el próximo 31 de agosto.

Un árbitro con experiencia y dialogante

El árbitro será el alemán Knut Kircher, de 42 años y 1,96 m., con experiencia internacional y que dirigió la Supercopa alemana en julio. El domingo arbitró el Colonia-Kaiserslautern, de la Bundesliga, donde sacó seis amarillas. Tiene fama de buen colegiado y dialogante.

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