Las capturas del bonito han caído un 60% en lo que va de campaña y no han llegado a los 2 millones. Así lo hicieron saber ayer los representantes de las cofradías de arrantzales de la CAV, Leandro Azkue e Iñaki Zabaleta, quienes se mostraron muy pesimistas y calificaron la costera de este año de «nefasta».

Los responsables de los arrantzales expresaron su preocupación por la mala marcha de una campaña que se caracteriza por la escasez y el alejamiento de los ejemplares. Azkue, representante de las cofradías de Gipuzkoa se refirió a la situación como «pésima» y apuntó que las capturas están realizándose «muy lejos» de las costas de Euskal Herria, entre las islas Azores y el sur de Irlanda. Esto significa que los arrantzales se tienen que desplazar durante 4 días en barco para llegar a la zona de pesca, aumentando el costo añadido, mayormente por los gastos en combustible.

Por su parte, el presidente de la Federación de Cofradías de Bizkaia comentó que las descargas «están siendo muy malas y la campaña un desastre».

También expresaron su preocupación por el hecho de que el bonito haya desviado su ruta por razones desconocidas y ya no entre en las costas cercanas. Este motivo está provocando que el fin de campaña se adelante a finales de mes o principios de septiembre y que una veintena de pesqueros de Bizkaia y Gipuzkoa hayan decidido abandonar su labor.