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La meca del motor está de aniversario

Alemania celebra este año el nacimiento del automóvil, un sistema patentado hace escasamente 125 años en Mannheim por Carl Benz para su triciclo a motor. Las autoridades alemanas esperan atraer así a los miles de amantes del motor que hay en todo el mundo. Supone, además, un reconocimiento a una industria vital para su economía.

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Estelle Peard-AFP | STUTTGART

La fecha no va a pasar desapercibida, sobre todo ahora que sobre la industria del motor se cierne la crisis. Sólo la región de Baden-Württemberg, en el suroeste alemán, ha organizado del orden de doscientas actividades entre mayo y setiembre. Al llegar a su capital, Stuttgart, es imposible escapar a la marca Mercedes-Benz, cuyo emblema campa desde hace décadas por todos lados, presidiendo incluso la estación del tren. Los carteles que anuncian el museo de la marca de coches intentan «abducir» a los visitantes potenciales.

Diseñado por la firma de Amsterdam UN Studio van Berkel & Bos, este lugar abrió sus puertas en 2006 y constituye, de hecho, toda una curiosidad arquitectónica: su fachada de cristal cierra una estructura de hormigón en forma de hélice doble atornillada, simbolizando el ADN del coche.

Un ascensor que suena a bólido, aunque suavemente, conduce al visitante ante los primeros coches inventados casi al mismo tiempo por Karl Benz y Gottlieb Daimler, quienes se asociaron en 1926 como resultado de la crisis para formar la compañía conocida hoy como la Daimler. Con una superficie de más de 17.000 m2, es el museo del automóvil con piezas de exposición de una sola marca más grande del mundo.

Unos 160 vehículos marcan este recorrido a través del tiempo. Aquí y allá se pueden encontrar berlinas de principios del siglo XX, legendarios coches de carreras como el llamado «Flecha de Plata» o el Papamóvil de 1980 (vehículo utilizado para los desplazamientos públicos del Papa), pero también obras de arte firmadas por 150 artistas de ámbito internacional. Entre lo expuesto, se pueden encontrar pinturas del emblemático artista estadounidense Andy Warhol.

«Con esta exposición esperamos conquistar a un nuevo público, que posiblemente no vendrá atraído por los coches, sino por el arte», dice el director del museo, Michael Bock, quien espera que se produzca un aumento de público del 5 al 10%. En 2010, pasaron por aquí nada menos que 650.000 visitantes.

«Una combinación muy agradable», dijo Adriaan Raap. Este turista holandés, cincuentón, ha venido aquí interesado por la historia del automóvil. Para Masha, una estudiante rusa de 20 años y amante de los coches, este lugar es sobre todo la «única manera de admirar una colección como esta», porque «este tipo de museo no se encuentra en Moscú».

En el pequeño círculo de los fabricantes de automóviles, Daimler no es sin embargo el único que ofrece este tipo de sensaciones. Compite también en este sector y en la misma ciudad con el Museo Porsche, de arquitectura también futurista, que abrió sus puertas en 2009. Con una superficie de exposición de 5.400 metros cuadrados, es un impresionante edificio monolítico de formas dinámicas, que parece estar suspendido en el aire, flotando sobre el suelo. Su oferta, la del «universo Porshe».

En el vecino Estado regional, BMW ha abierto en Munich un espacio que reúne un espacio de ventas, diversas manifestaciones culturales e incluso un lugar de exposición (con 400.000 visitantes en 2010).

En Wolfsburg, en el norte del país, el líder europeo Volkswagen ha construido una «ciudad del automóvil» a la altura de sus ambiciones. A medio camino entre el parque de atracciones y la ciudad de las ciencias, incluye entre sus instaciones un museo, diversos pabellones en honor de sus diferentes marcas (Seat, Bentley, Skoda...), restaurantes y también recorridos en 4x4. Desde su apertura en 2000, han pasado por aquí 22,5 millones de personas. «Es el lugar dedicado a los automóviles más visitado en el mundo», según Tobias Riepe, su portavoz.

«Los fabricantes alemanes han echado el resto a la hora de apostar por sus museos, que se han convertido también en un escaparate de sus marcas», señala Marie-José Süss, responsable de comunicación de la oficina de turismo de Baden-Württemberg.

Pero la oferta turística no se limita a los centros de exposiciones de los fabricantes, agrega esta especializada en turismo. Los curiosos también pueden circular por el «camino Bertha Benz», realizado por la esposa del ingeniero en 1888 con el objetivo de mostrar al mundo que el coche de su marido era perfecto para la vida diaria, pueden también dormir en salas temáticas o asistir en Mannheim a una «autosinfonía» sin precedentes, confeccionada con sonidos grabados de ochenta coches.

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