Las condiciones mencionadas por la canciller Alemana, Angela Merkel, el martes para que Serbia obtenga el estatuto de candidato a ingresar en la Unión Europea, en el sentido de que debe mejorar las relaciones con sus vecinos y en particular con Kosovo, ha puesto en evidencia una notable mejora en las relaciones de Berlín con Pristina, mientras que a Belgrado le han caído como un jarro de agua fría.

Tras la detención tan esperada de los dos últimos fugitivos del TPIY, Ratko Mladic y Goran Hadzic, las autoridades serbias se consideraban con pleno derecho a reclamar antes de final de de año, no sólo la obtención del estatuto de candidato a ingresar en el bloque comunitario sino también a la fijación de una fecha para el inicio de las negociaciones de adhesión.

Belgrado ha presentado un ambicioso programa de reformas, algunas de las cuales se espera sean aprobadas en el Parlamento en otoño, lo que debería favorecer que Bruselas dé luz verde a la incorporación de Serbia.

Pero Merkel enumeró una serie de condiciones que Serbia deebería cumplir Serbia para obtener el estatuto de candidato abrir las negociaciones, que han sorprendido y consternado a Belgrado.