Ni el fin, ni los medios. A 24 horas de que el balón eche a rodar para Osasuna, parece imposible augurar dónde estará el techo del equipo esta temporada y con qué piezas intentará alcanzarlo José Luis Mendilibar, poco dado a facilitar pistas.

Respecto al objetivo, el discurso oficial del club navarro es de sobras conocido. Y lógico, teniendo en cuenta las latitudes por las que se ha movido el equipo en las últimas temporadas. Pero no es menos cierto que Osasuna se ha sometido a una considerable renovación. Y, salvo en los casos de Natxo Monreal y Javier Camuñas, que se han marchado a Málaga y Villarreal a cambio de sendos cheques, las bajas se han decidido desde el cuerpo técnico. Lo mismo sucede con las incorporaciones, aunque evidentemente los malabarismos presupuestarios que está obligado a realizar el club iruindarra reducen considerablemente su mercado.

En total, son once los jugadores que han hecho las maletas: Josetxo, Aranda, Pandiani, Soriano, Corominas y Nelson han cambiado definitivamente de aires, junto a los ya mencionados Monreal y Camuñas. Con posibilidades de retorno se han marchado Jokin Esparza -traspasado al Huesca, pero con opción gratuita de recompra a final de temporada- y los cedidos Galán y Oier. Número que de aquí al miércoles podría ascender a trece, a expensas de lo que suceda con Rúper y Vádocz.

Once incorporaciones

Las incorporaciones también superan la decena, con seis fichajes (Marc Bertrán, Rubén, Raitala, Nino, Ibrahima y Lamah), una cesión (Raúl García), dos ascensos del filial (Annunziata y Timor) y otros dos jugadores repescados de sus cesiones (Roversio y Etxaide), aunque el lateral navarro no podrá, desafortunadamente, jugar hasta dentro de unos cuantos meses.

José Luis Mendilibar comienza la temporada, por tanto, con un equipo confeccionado, siempre dentro de las posibilidades rojillas, a su gusto y medida. A partir de mañana se verá si con el cambio de cromos puede dar continuidad a la recta final de la pasada campaña y a la pretemporada, ambas esperanzadoras, o si los iruindarras están de nuevo abocados al sufrimiento.

La manera en que lo consiga supone la otra gran incógnita. Y es que el técnico vizcaino ha ofrecido muy pocas pistas respecto a sus planes a lo largo del verano. El espectador ni siquiera tiene claro el sistema que utilizará Mendilibar, no ya a lo largo de la Liga, sino en el encuentro frente al Atlético.

Los propios jugadores aseguran desconocer si vivirán el debut liguero en el césped, el banquillo o la grada -«veo a los cinco centrales titulares», aseguraba ayer Rubén; «todos los delanteros partimos de cero», coincidía Kike Sola la víspera-. Aunque las bajas forzosas de Etxaide -lesionado- y Raúl García -por contrato-, parecen asegurar mañana los laterales para Marc Bertrán y Raitala, y el pivote para Puñal y Nekounam. Con Lamah recién aterrizado, también habrá menos competencia en la izquierda, donde Annunziata podría tener su oportunidad. La pugna por el resto de posiciones, a falta del último entrenamiento de la semana, se ve bastante más cerrada.