GARA > Idatzia > Iritzia> Editoriala

Maquillaje que no tapa las arrugas del sistema

Warren Buffet, el tercer hombre más rico del planeta según la revista «Forbes», abrió el baile. Los multimillonarios franceses siguieron el paso. Italia se sumó al coro. Y en víspera electoral, el PSOE ha sacado el mismo conejo de la chistera. Los súper ricos, en un acto de «solidaridad» y «caridad», están dispuestos voluntariamente a pagar más impuestos, o bien ven con simpatía que ello sea una promesa electoral. Resulta sospechoso que quienes han defendido que el capitalismo era razonable, fundamentado en el libre mercado, los maestros de hacer dinero del dinero, los mayores inversionistas en el mercado de valores o las grandes fortunas del planeta reconozcan ahora sus defectos, la práctica generalizada de la extorsión que los ha aupado. En un acto de aparente sacrificio, parece que los máximos defensores y beneficiarios del mismo creen que ha llegado el momento de hacer «algo» para salvarlo de sí mismo. Quizás para salvarse a sí mismos. Pagarán un poco más. A lo mucho, unas gotas en el océano.

El PSOE, y ya se verá si también el PP, saca ahora este tema para aparentar sensibilidad social y posicionarse electoralmente. Pero sus políticas no han hecho sino más impune y poderosa a esa minoría feliz de millonarios frente a una mayoría social cada vez más atrapada en dificultades y desprotegida. Es un acto de obscenidad que se desacredita por sí mismo. En cualquier caso, resulta interesante constatar que tras el colapso del sistema de productos financieros especulativos y tóxicos que ha sustentado el boom de las últimas décadas, el debate sobre los vicios y las virtudes del capitalismo está de vuelta en el menú. Y, paradójicamente, desde los multimillonarios, pasando por el Papa, y hasta los medios que ejercen de guardianes de la ortodoxia del libre mercado la están exponiendo con más visibilidad que la llamada izquierda convencional.

Más allá del necesario debate fiscal, de los tipos impositivos y los tantos por cientos, la confrontación radical con la vieja cruzada que pretende presentar al capitalismo como un sistema autorregulado, honesto y virtuoso se hace necesaria. Si no es ahora, ¿cuándo?

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo