El balance que presenta Banca Ética Fiare es positivo en estos cinco años de «trabajo intenso, duro, pero gratificante», según explican en su «Boletín Etikum» y recuerdan que miran al futuro inmediato con optimismo y, desde luego, con otra manera de llevar a la práctica el modelo bancario. Esta organización cuenta con el apoyo de Banca Popolare Ética, de Italia, que es la que ha amparado esta iniciativa que se extiende desde Euskal Herria a otros pueblos del Estado español para cambiar la forma de entender las finanzas, no sólo desde el escenario neoliberal y capitalista.

En un momento donde cajas y bancos están poniendo numerosos problemas para el acceso a los préstamos y créditos, los más desfavorecidos han encontrado en Banca Ética Fiare un alivio a sus necesidades. Así, en el balance de cinco años se recuerda que «el criterio fundamental para seguir adelante con el proyecto es su `germen transformador', su forma de hacer las cosas, diferente de las habituales, que permite construir una sociedad más equilibrada». En este balance se recuerda que redes como REAS o EAPN, o la Federació ECOM en Catalunya y la Asociación de Empresas de Inserción de la CAV Gizatea «han permitido que el trabajo con colectivos desfavorecidos sea la seña de identidad en estos cinco años».

Según los datos que aportan, han financiado un total de 19 millones de euros al cierre de 2010. De esa cantidad, las iniciativas de economía solidaria y de inclusión social se han llevado el 65% de la financiación, con 12,2 millones; las iniciativas de comercio justo han obtenido un total de 3,56 millones de financiación, el 19% del total. Otras demandas en favor de «los valores sociales acumularon el 13% de la actividad financiera hasta alcanzar los 2,38 millones de euros» y la agroecología contó con una financiación de Banca Popolare Ética a través de Fiare de 788.000 euros.

Aumento del 49,6%

Esta actividad de 2010 supuso un incremento del 49,6% respecto a los 12,7 millones financiados en 2009, pero más del doble de 2008, cuando Banca Fiare apoyó proyectos por valor de 8,58 millones. En 2007, se quedó en 5,66 millones; en 2006, en 1,66 millones y 90.000 euros cuando el proyecto echó andar en 2005. En estos cinco años de actividad han financiado 47,7 millones. «A pesar de que se inició la actividad con créditos exclusivamente hipotecarios y personales, la utilización de la cuenta corriente como herramienta para la financiación de necesidades de liquidez desde 2007 ha permitido -según explica Fiare- un importante crecimiento, llegando a representar el 49% a finales de 2010». Admite que en los años 2008 y 2009, con el inicio de la crisis económica y el «retraso» en el pago por parte de las administraciones públicas, se «convirtió la cuenta corriente en el soporte casi exclusivo de nuestras operaciones, llegando a representar más del 80% del crecimiento en 2009». A partir del primer semestre del año pasado, Fiare destaca que «se notó un repunte de los créditos hipotecarios que permite reequilibrar los tipos de operaciones».

Los datos confirman que de los 19 millones de financiación, 9,28 millones se destinaron a hacer frente a los problemas de liquidez de los afectados; lo que representó el 49% del total. Otros 7,74 millones fueron de apoyo a préstamos hipotecarios, lo que supuso el 41%, y 1,8 millones fueron créditos personal, entre otros destinos.

Entre quienes promueven los proyectos y que necesitan financiación destacan las cooperativas, que representaron el 29% de la demanda en 2010, seguido de las fundaciones con el 28% y el 19% las asociaciones. Fiare concedió a sociedades mercantiles un 14% de esos fondos en el año pasado y las personas tan sólo representaron el 3% de esas peticiones de ayuda. En este caso, Fiare destaca que la distribución es bastante equilibrada y «destacan algunas empresas de inserción» que han tenido que recurrir a la banca ética para lograr fondos para el mantenimiento y desarrollo de sus proyectos.

Fiare ha extendido sus lazos en el conjunto del Estado español, pero el destino de la financiación en mayor parte todavía se encuentra su principal actividad en Hego Euskal Herria, con el 44,8% de la demanda de fondos de financiación. Catalunya le sigue con un 24% del destino, seguido de Andalucía (11%), Madrid (7%), Valencia (6%), Baleares (3%), Castilla-León (1%) y el resto, un 3%.