El Ibex encadenó cuatro subidas consecutivas, aunque apenas hubo motivos para sostener las compras. En principio, el gran valedor de los avances fue Estados Unidos, que presentó un dato mejor del esperado para la actividad manufacturera de agosto al superar los 50 puntos, frontera entre la expansión y la contracción económica. Con todo, el ISM cayó desde los 50,9 puntos a los 50,6, mínimos de dos años. Todos los demás datos y referencias tuvieron un carácter, cuando menos, preocupante. Así, la actividad manufacturera en la eurozona se contrajo en agosto por vez primera desde enero de 2010, mientras que un órgano parlamentario griego avisa de que la deuda está fuera de control. Tampoco había buenas noticias dentro del Estado español, ya que la subasta de bonos a cinco años no fue cubierta en su totalidad y la producción del sector manufacturero sufría su mayor desplome desde junio de 2009. Pero la presión de estas informaciones no impidió al Ibex escalar a última hora y acabar en positivo. Hoy saldrá desde los 8.761,10 puntos, tras anotarse un 0,49%. Las ganancias se extendieron a París (+0,28%) y Londres (+0,45%), pero no a Fráncfort (-0,94%). En el Ibex, los más entonados fueron FCC (+3,61%) y Repsol (+2,44%), mientras que Técnicas Reunidas (-3,96%) y Mapfre (-2,47%) ocuparon los primeros puestos entre los perdedores. Sólo Iberdrola (-0,12%) cedió entre los pesos pesados. En París, los mayores castigos correspondieron a GDF Suez, Crédit Agricole, Bouygues y Carrefour, que retrocedieron más de un 2%. Alcatel-Lucent (+3,39%) encabezó las ganancias.