«La conferencia de los animales» marcó un hito en la animación alemana de posguerra, quedando como una de las obras maestras del dibujo animado tradicional. Aquella película realizada a finales de los 60 por Curt Linda era una adaptación fiel del clásico de la literatura infantil escrito por Erich Kästner, y que se acercaba a los postulados ideológicos de George Orwell en «Rebelión en la granja». Los animales jugaban un papel simbólico en su revuelta contra los humanos, al calor de la coyuntura política de un periodo de marcado antibelicismo.

Aquel mensaje pacifista ha dado paso a otro más acorde con los tiempos que corren, en el que prima la preocupación medioambiental. La nueva versión, titulada en su lanzamiento internacional en inglés «Animals United», apuesta abiertamente por la baza ecologista, pues es la voz de los animales que sufren las consecuencias de la agresión del ser humano contra la fauna y la flora del planeta esquilmando los recursos naturales.

Esta producción alemana en animación 3D tiene una factura técnica similar a las de Pixar o DreamWorks, gracias a que los fondos paisajísticos, en su mayoría desérticos, no requieren demasiado detalle, permitiendo trabajar más las expresividad de unos animales de muy variado diseño dentro de un amplio abanico de especies.

Uno de los aciertos ha sido otorgar categoría estelar a un suricato y su familia, con todo lo que de divertido tienen estas pequeñas mangostas que habitan en los desiertos del Kalahari o del Namib. Ellos se mueven en su ambiente, aunque la extrema sequía lleva a los suricatos a buscar agua, ayudados por un león vegetariano llamado Sócrates. En su desesperada búsqueda del liquido elemento se encontrarán con animales llegados de fuera de África, y que han sido desplazados de su hábitat natural por el cambio climático. La anormal situación permite que haga su aparición en escena el gallo Carlos, que terminará de movilizar al grupo para enfrentarse a los humanos, en cuanto causantes de la sed que padecen.

La cruzada animal se topará con una enorme presa, que ha sido construida para llevar el agua a un lujoso establecimiento hotelero que organiza safaris, fomentado la caza de especies protegidas. Ya que nadie defiende a los animales en peligro, serán ellos los mismos los que se organicen para poner fin a tanto abuso.