Ovaciones a Polanski, mientras Madonna enseña su lado romántico
El Festival de Cine de Venecia acogió ayer con grandes aplausos y grandes carcajadas a la última comedia de humor negro dirigida por Roman Polanski, «Carnage», y descubrió a la vez a una romántica Madonna, quien llegó a la Mostra en olor de multitudes a presentar su película inspirada en la historia de Eduardo VIII y Wallis Simpson.
Sandra LACUT-AFP | VENECIA
El realizador franco-polaco, multipremiado por «The Ghost Writer», no acudió a la ciudad de los canales debido a sus problemas con la Justicia norteamericana. La que sí estuvo fue Madonna, relajada tras sus vacaciones en la costa vasca, quien presentó fuera de competición «W.E.», «su» lectura personal de la historia de amor entre Eduardo VIII y Wallis Simpson, en la que mezcla pasado y presente. La cantante, directora y actriz defendió con fiereza su película ante la prensa, hasta el punto de que llegó a reprender a los periodistas por sus «preguntas incomprensibles».
«Carnage», una violenta disputa entre dos parejas que tratan de resolver una disputa entre sus hijos de 11 años, sorprende por su intensidad y funciona como un mecanismo de relojería. Durante una única secuencia de 90 minutos, rodada en un apartamento, los actores no tienen un momento de respiro. Adaptación de una obra teatral de Yasmina Reza, «Le Dieu du carnage», que sedujo al público en París, Londres y Broadway, esta pieza de cámara la bordan los norteamericanos Jodie Foster y John C. Reilly, y la británica Kate Winslet y el austriaco Christoph Waltz («Inglourious Basterds»). Yasmina Reza explicó ayer en rueda de prensa que se había esforzado «en responder al universo de Roman Polanski, quien quiso terminar con una nota de esperanza para las generaciones venideras, en contraste con la obra teatral, que termina en desolación absoluta».
Matrimonio, familia, compromiso, las pequeñas miserias de la vida conyugal: los diálogos son un auténtico combate verbal lleno de giros, con varios momentos de apoteosis como un ataque de vómitos. Respecto a esta escena, Kate Winslet explicó que durante el rodaje estaba embarazada, lo que le «ayudó» a vomitar. «Los técnicos también me ayudaron mucho. ¡Todo el mundo se preparó duramente para el día de las vomitonas!», explicó dispuesta a dar la «receta» de la mezcla con lo que tuvo que pelear: «Restos de la comida, plátano y fruta triturada y una pasta similar al moco».
Wallis y la reina del pop
Mucho más romántica, Madonna narra en «W.E.» la historia de una mujer actual, casada pero desgraciada en el amor, Wally Winthrop, obsesionada por el romance de Wallis Simpson y Eduardo VIII. Este último prefirió renunciar al trono antes que a su amada, divorciada dos veces. La reina del pop, vestida de forma muy sobria, explicó que investigó durante tres años para esta película, que «muestra un mundo de lujo, belleza y decadencia, pero también muy actual porque el glamour no garantiza la felicidad».
Reconoció estar ella misma «entusiasmada» por la historia de Wallis Simpson: «Me identifico con ella en el sentido de que cuando las personas se convierten en famosos o iconos se reducen a un simple sonido, al que se le atribuyen unas cosas. Wallis Simpson no fue entendida. No fue entendida la elección del rey, porque a veces la gente afronta las circunstancias insólitas con miedo».
Lo cierto es que la película, con una rica carga musical y que ofrece continuos bailes con una coreografía propia de sus vídeos musicales, hace pensar que la historia personal de Madonna se encierra detrás de la de Wallis Simpson, esa estadounidense que un día marchó a Inglaterra, el país adonde la cantante ha trasladado su residencia. «En algunos momentos me he sentido una outsider. Cuando llegué a Inglaterra. Ahora ya no me siento así. Ahora me siento mucho mejor en Inglaterra y creo que (el país) me ha dado un gran apoyo en el caso de este filme», indicó.
«W.E.», producción británica acogida con pocos aplausos y que incluye al personaje de Mohamed Al Fayed como secundario, cuenta con los actores Andrea Risenborough (Wallis Simpson), Abbie Cornish (Wally Winthrop), James D'Arcy (Eduardo VIII) y el guatemalteco Oscar Isaac. Hoy la Mostra descubrirá «A Dangerous method», de David Cronenberg, sobre la relación entre los psicoanalistas Carl Jung, Sigmund Freud y una de sus pacientes.