Pedro Almodóvar se volvió de Cannes de vacío, a pesar de la campaña que se hizo previamente creando una sensación generalizada de que el festival estaba en deuda con él. Las probaturas del cineasta manchego en su etapa seria no terminan de dar los resultados deseados, tampoco ahora con un nuevo giro de su estilo melodramático hacia el thriller más oscuro. Para ello adapta una novela por segunda vez en su filmografía, después de llevar una novela negra de Ruth Rendell a la pantalla en «Carne trémula». También recupera a su actor fetiche de los 80, un Antonio Banderas sacado directamente de «Átame!», una de las creaciones almodovarianas más discutidas. Su personaje conserva algo de aquel registro sádico, siendo ahora su víctima una Elena Anaya que viene a sustituir a la olvidada Victoria Abril.

Almodóvar ha confesado emplear como principal referencia cinéfila el clásico fantástico de Georges Franju «Ojos sin rostro», pero hay quien ha observado coincidencias argumentales con la novela «El teorema de Almodóvar», escrita bajo el seudónimo de Antoni Casas Ros, y que el manchego dice no haber querido leer.

Las influencias surrealistas no acaban ahí, dado que la acción se sitúa en una clínica privada de Toledo, lugar de inspiración para Buñuel en «Tristana». En función de los experimentos científicos que desarrolla el protagónico cirujano Robert Ledgard, la trama se orienta hacia el terror y la ciencia-ficción, pues al fin y al cabo Antonio Banderas encarna el arquetipo del mad doctor.

Desde que Thierry Jonquet escribiera «Tarántula» la investigación de la cirugía estética ha avanzado mucho, llegándose a los trasplantes de piel e incluso a su cultivo. No obstante, la estética en cuanto a la temática de los arácnidos se inspira en las esculturas de Louise Bourgeois, como la de la araña gigante del Guggenheim, que la artista relacionaba con su madre. Estamos, por tanto, ante alguien que se siente un demiurgo, un prometéico creador como el Dr. Frankenstein. Y su afán es obtener transformaciones de la persona y de su sexo.