Decenas de estudiantes irrumpieron ayer en el Ministerio chileno de Educación, en Santiago de Chile, para exigir la dimisión del titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, y del director de la Policía militarizada de Carabineros, Eduardo Gordon, por la muerte del joven de 16 años Manuel Gutiérrez a manos de un agente de este cuerpo de seguridad, como quedó demostrado, durante la segunda jornada de la huelga general celebrada los días 24 y 25 de agosto.

Los manifestantes, que dijeron pertenecer a un grupo denominado «Asamblea Popular Secretaría de Educación Rebelde», también demandaron la dimisión del ministro de Educación, Felipe Bulnes.

Tras expresar sus demandas y ocupar por algunos minutos la oficina de Bulnes, los jóvenes desalojaron la sede. Los manifestantes afirmaron no sentirse representados por los dirigentes estudiantiles que se reunirán el sábado con Sebastián Piñera para iniciar un proceso de diálogo y pidieron participar. «Entendemos que la única forma que haya educación de calidad y gratuita es cuando esté en manos del pueblo», afirmó Ana Delia Villarroel, una de sus portavoces.