Lanbide llama a trabajar a prejubilados de Altos Hornos
Lanbide envió durante este verano ofertas de trabajo a los prejubilados de Altos Hornos, lo que generó malestar porque, de haber aceptado las mismas, se hubieran quedado no sólo sin las compensaciones que reciben hasta su jubilación a los 65 años, sino también sin la cotización a la Seguridad Social. Algunos afectados han reconocido que no entienden esta manera «tan ruin» de proceder de Lanbide.
Juanjo BASTERRA |
En este afán de Lanbide por revisar todas demandas de desempleo y realizar nuevos listados tras asumir sólo una parte de las políticas de empleo, que antes gestionaba el Inem, se ha producido una confusión con la remisión de ofertas de empleo a prejubilados de Altos Hornos.
En caso de aceptar las ofertas de Lanbide, los prejubilados perderían todos los derechos, tanto las prestaciones como las cotizaciones para su jubilación futura, por lo que varios de ellos han criticado esta manera «anómala» de proceder de Lanbide y, sobre todo, el «desconocimiento» en este procedimiento, lo que podría haber generado «un problema difícil de subsanar».
Karlos Ruiz, prejubilado de la antigua Altos Hornos de Vizcaya (AHV), explicó a GARA que recibió en julio pasado una oferta de «instalador electricista industrial». En un primer momento le sorprendió, porque es del grupo de los prejubilados de Altos Hornos.
Según explicó a este periódico, «nos indicaba que teníamos que ponernos en contacto para aceptar la oferta y, en caso contrario, nos decía que estimaba que no estábamos interesados en participar en el proceso de selección».
Ese paso supone la pérdida de derechos ante Lanbide, por un lado; pero, en caso de aceptar la oferta, perderían los derechos reconocidos en el proceso del expediente de regulación de la siderurgia integral. Generó una cierta alarma entre los afectados, porque entendían que existe «un importante número de parados a los que se les debería hacer esas ofertas, pero a ellos no les llegan, sí a los prejubilados. Es lamentable».
Al final, Karlos Ruiz se dirigió al apoderado de AHV-Ensidesa Capital SAU, que es la que gestiona las prejubilaciones de Altos Hornos, que recuerda que este trabajador «fue prejubilado en el ERE 235 de 1992» y advierte de que «en la actualidad se encuentra en la fase de ayudas previas a la jubilación ordinaria, fase en la cual y hasta su 65 cumpleaños, momento en que accederá a la jubilación reglamentaria, percibe una renta mensual aportada por la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). Dicha renta es complementada por su antigua empresa, es decir, Altos Hornos de Vizcaya, a través de una póliza de aseguramiento contratada con la compañía Mapfre Vida».
El apoderado de AHV-Ensidesa Capital SAU señala en una carta que en la misma situación de Ruiz se encuentran «otras 3.183 personas amparadas por el ERE de 1992, aprobado por la Dirección General de Trabajo el 4 de febrero de 1993».
Por ese motivo, insiste que en la situación de prejubilación «es del todo incompatible con el trabajo remunerado, dado que tanto la Tesorería General de la Seguridad Social como Altos Hornos de Vizcaya suspenderían inmediata y definitivamente su plan de prejubilación y, por tanto, dejarían de abonarle las rentas mencionadas arriba y con la añadidura de que la TGSS dejaría también de cotizarle para su futura jubilación».