Grecia asume que incumplirá el objetivo de reducción del déficit, pero no aplicará más ajustes
GARA | ATENAS
El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, asumió ayer que Grecia incumplirá el objetivo de reducción del déficit de este año, pero subrayó que no se aplicarán más medidas de austeridad porque dañarían aún más la economía del país y agravarían la caída de los ingresos fiscales.
Venizelos afirmó en rueda de prensa que la economía de Grecia se contraerá alrededor del 5% este año -frente al 3,8% previsto- y el empeoramiento de la coyuntura impedirá alcanzar el objetivo de reducción del déficit, fijado en el 7,6% desde el 10,5% de 2010.
Además, confirmó que los inspectores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) abandonaron ayer Grecia, antes de la fecha prevista para su partida el próximo lunes, pero desmintió que haya una ruptura en las conversaciones.
La abrupta marcha de los supervisores y el reconocimiento de Atenas de que no conseguirá cumplir con la reducción del déficit contribuyeron a la caída de las bolsas en toda Europa y a la subida de la prima de riesgo española e italiana.
Los inspectores, en un comunicado emitido desde Bruselas, señalan que «la misión avanza en la buena dirección, pero se ha suspendido para dejar a las autoridades locales completar algunos trabajos técnicos relacionados con el presupuesto del año 2012 y otras reformas estructurales que animen el crecimiento económico».
Sin embargo, la prensa económica griega sostiene que los inspectores argumentaron que, de no tomarse medidas, el déficit griego alcanzaría al menos el 8,5% del PIB este año, por lo que presionaron para que Atenas impusiera recortes adicionales por valor de 1.700 millones de euros.
También exigieron más determinación para aplicar los ajustes y acelerar el proceso de privatizaciones, por el que se pretenden recaudar 50.000 millones hasta 2015.
Venizelos descartó que se impongan más recortes adicionales, después del drástico tijeretazo aprobado por el Parlamento en junio por valor de 28.000 millones de euros y que se suma a las ya draconianas reducciones presupuestarias de 2010.