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13º Campeonato del Mundo

Pearson destroza la maldición del Daily Programme y Bolt se desquita

La australiana firmó una final perfecta, con récord de los campeonatos incluido, en los 100 metros vallas para no protagonizar un nuevo fiasco y abrió la puerta para que el velocista jamaicano recuperara la sonrisa y su mejor imagen en el doble hectómetro.

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Jon ORMAZABAL

Tras una carrera casi perfecta -récord del Campeonato del Mundo y a sólo siete centésimas de la controvertida mejor marca de todos los tiempos de la búlgara Yordanka Donkova-, además de la bandera aussie, la australiana Sally Pearson recogió del público un ejemplar del programa oficial que se reparte a los espectadores a la entrada, con una foto de ella misma en la portada y lo alzó exultante al cielo. Era la prueba irrefutable de que el gafe del Daily Programme había sido destrozado. El Loco Hooker, Usain Bolt, Dayron Robles y Yelena Isinbayeva habían sucumbido en jornadas pretéritas al gafe de la guía oficial, pero la velocista australiana devoró el mal fario y abrió la puerta para que, minutos después, Usain Bolt se desquitara de su fiasco de los 100 metros lisos con una victoria incontestable en el doble hectómetro, firmando además la cuarta mejor marca de la historia (19.40).

Sin duda, las dos finales de velocidad programadas para ayer marcaron la jornada, ya que supusieron las dos marcas más espectaculares de estos atípicos Mundiales de Daegu, haciendo buenos además todos los pronósticos previos.

La australiana Sally Pearson, invicta este año en 100 metros vallas, prolongó su dulce momento de forma con una victoria inapelable en la final de los campeonatos del mundo y una marca de 12.28 que supone un nuevo récord del Mundial.

La subcampeona olímpica lideraba el ránking de la presente temporada con un registro de 12.48 y desde las series de clasificación había dejado constancia de que venía a por el oro, con una asombrosa marca de 12.53. Sólo un fiasco parecía en condiciones de apartar a la atleta aussie del cajón más alto del podio, y Pearson se encargó de que nada parecido pudiera sucederle.

En la final, Pearson partió como una exhalación (145 milésimas en los tacos) y llevó a cabo una carrera perfecta para acabar en 12.28, veintitrés centésimas por delante de la estadounidense Daniele Carruthers, que logró la mejor marca de su vida (12.47), aunque sólo le sirvió para colgarse la medalla de plata.

La también estadounidense Dawn Harper igualó el registro de su compatriota, pero unas milésimas le relegaron a ocupar el tercer escalón.

La mejor respuesta

Una vez que Pearson había puesto las cosas en su sitio natural, las miradas se centraron, aún más, en la respuesta que Usain Bolt era capaz de dar al fiasco, uno de los mayores que se recuerdan, de su salida nula en los 100 metros. Difícilmente pudo el astro jamaicano haber elegido una manera más espectacular para hacerlo.

Con la lección muy bien aprendida, Usain Bolt partió de los tacos de salida con el tiempo de reacción más lento de los finalistas (0.193). No obstante, en su especialidad original, el jamaicano fue muy superior a sus rivales, con un tiempo de 19.40 (0,8 m/s. de viento a favor), cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos. La medalla de plata fue para el estadounidense Walter Dix (19.70) y el bronce para el increíble francés Christophe Lemaitre (19.80, récord del Estado francés).

El buen momento de forma de Dix, unido a las precauciones del caribeño, provocaron una primera parte de la carrera igualada, en la que el estadounidense aguantó el tipo al dominador de la velocidad mundial. Sin embargo, tras el paso por la curva Usain Bolt puso su maquinaria a pleno rendimiento y no encontró obstáculos para revalidar su corona mundial en el doble hectómetro.

Con sólo 21 años, Lemaitre logró un resultado que lo confirma en la élite mundial, y ya es el segundo atleta blanco más rápido de la historia en los 200 metros, tras rebajar su marca personal, lograda en 2010, en 26 centésimas. El campeón de Europa se queda ahora a ocho centésimas del legendario registro del italiano Pietro Mennea, 19,72, firmado en 1979 en la Ciudad de México, por encima de los 2.000 m. de altitud y con un viento favorable de 1,8 m/s.

Doblete keniata en 1.500

El francés es una clara opción de cambio de cara al futuro, un relevo que Kenia ya ha ejercido en el 1.500 masculino con el doblete firmado por Asbel Kiprop y Silas Kiplagat, ambos de apenas 22 años. Con esta victoria, el país africano logró además su primer título en la competición.

En una carrera con ilustres ausencias, lanzada por el neozelandés Nicholas Willis con un ritmo no demasiado exigente, Kiprop, cuarto en Osaka y Berlín, ejerció de campeón olímpico y se manejó tácticamente perfecto, sin dar opción a sus rivales y a su compatriota Kiplagat, el más rápido del mundo este año. El estadounidense Centrowitz, que siempre fue en la parte delantera de la carrera, se postuló como otra opción de gran futuro a sus 21 años.

En cuanto a las decepciones, el francés Mehdi Baala no pudo en esta ocasión remontar desde el sótano del grupo lo suficiente y concluyó en un más que discreto noveno lugar con 3.37.46.

En el relevo largo femenino, en una final con mucha menos emoción de lo previsto, se repitió la película del Mundial de Berlín, no ya sólo en cuanto a los puestos, sino también en las marcas, y Estados Unidos se enfundó su sexto título, por delante de Jamaica, que sorprendió a Rusia y se tuvo que conformarse con la medalla de bronce.

La prueba estuvo dominada en todo momento por las yankees -Sanya Richards-Ross, Allyson Felix, Jessica Beard y Francena McCorory-, que ya desde la primera posta lograron una clara ventaja que no disminuyó en ninguno de los relevos, permitiendo que en los últimos 100 metros McCorory se dejara llevar hasta la meta.

Por su parte, las rusas se vieron sorprendidas en el ecuador de la prueba por el conjunto jamaicano, que logró mantener la segunda posición pese al intento de las europeas de conseguir la plata en la última posta.

Chicherova destrona a Vlasic

La decepción de la delegación rusa con su relevo largo fue mitigada por el título conseguido por la saltadora Anna Chicherova, a la que la sobriedad de su concurso le sirvió para arrebatar el cetro mundial a su rival habitual y vigente bicampeona, la croata Blanka Vlasic.

Siguiendo el guión de Osaka'07 y Berlín'09, la final de altura se dilucidó en un mano a mano entre Chicherova y Vlasic, pero esta vez cambió el desenlace final y el triunfo fue para la rusa. La criba importante se produjo con el listón a 1.97 metros, cuando la lucha por las medallas se limitó a Chicherova, Vlasic, Di Martino y las otras dos rusas, Slesarenko y Shkolina, que quedaron eliminadas en los dos metros. Di Martino no pudo superar los 2,03 y dejó la lucha por el oro en un mano a mano tras colgarse el bronce.

Ni Chicherova ni Vlasic, que acreditan sendas marcas personales de 2.07 y 2.08, consiguieron superar el listón situado a 2.05 y el concurso limpio de la rusa, que no había cometido ningún nulo hasta este momento, le propició la victoria final.

El alemán Matthias de Zordo, de antepasados italianos, sorprendió al favorito, el noruego Andreas Thorkildsen, doble campeón olímpico y defensor del título, en la final de jabalina y se colgó la medalla de oro con la marca de su primer lanzamiento (86,27).

El noruego había necesitado tres lanzamientos en la ronda de calificación, algo inusual en él, y comenzó la final con dos tiros de 80 metros, mientras que de Zordo, arrancó con 86,27 y puso muy caro el oro.

Una tarjeta roja puso fin a la agonía de Mikel Odriozola en los 50 kilómetros

En el Mundial de las descalificaciones, una de las 12 tarjetas rojas que los jueces mostraron durante la prueba de los 50 kilómetros marcha pusieron fin a la agonía en la que se convirtió la prueba para el oreretarra Mikel Odriozola. La tercera y última advertencia de los jueces le llegó al guipuzcoano pasado el kilómetro 34, cuando ocupaba la trigesimooctava posición a más de diez minutos de cabeza de carrera.

«Me he visto mal. Desde el principio he ido fuera de carrera y al final me han echado pero no tengo ninguna justificación. Me he encontrado mal desde el principio. No he podido entrar en carrera en ningún momento», declaró a EFE.

El atleta guipuzcoano piensa, no obstante, que «el planteamiento al principio era bueno, ir de menos a más, que era lo que exigía la carrera», pero todo se fue al traste. Superado el disgusto inicial, Odriozola piensa ya en sus próximos retos. «En mi caso, al haber hecho la mínima olímpica en el Campeonato de España, la idea es ir a la Copa del Mundo, y a ver lo que pasa en Londres. El objetivo es ir a los Juegos, que serían mis terceros, y luchar por estar ahí, meter la cabeza en carrera».

La victoria fue para Sergey Bakulin, medallista de bronce en los Europeos de Barcelona 2010, que dio el salto al título mundial de la marcha larga al completar la impecable cosecha rusa en Daegu (tres oros de tres) con su victoria en los 50 kilómetros. Falló el defensor del título, Sergey Kirdyapkin, retirado, pero Bakulin, con hambre de medallas en grandes campeonatos, estuvo presto a recoger la corona mundial, por delante de su compatriota Denis Nizhegorodov y del australiano Jared Tallent. J.O.

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