Los animales grandes pisan más fuerte, pero los pequeños son esos molestos insectos que zumban y zumban y no descansan hasta conseguir lo que quieren. La «Antigua República Yugoslava de Macedonia» es un país de sólo 500.000 habitantes que está optando seriamente a ser la revelación del Eurobasket de Lituania.

Después de derrotar a Croacia en la segunda jornada, Macedonia tenía una reválida bien complicada ante Grecia, un país «enemigo» que le ha creado problemas desde la independencia de la ex república yugoslava, el 8 de setiembre de 1991. El reconocimiento internacional del nuevo país fue retrasado por la objeción de Grecia del uso del término «Macedonia», lo que se consideraba un nombre helénico y símbolo de bandera, así como una cita controvertida de la constitución de la república, una disputa sobre la denominación de este país que perdura en la actualidad.

De hecho, Grecia impuso un bloqueo comercial en febrero de 1994. Las sanciones fueron levantadas en setiembre de 1995, después de que la República de Macedonia cambiara su bandera y la Constitución. Las dos naciones acordaron normalizar sus relaciones, pero el nombre del estado sigue siendo fuente de controversia.

Toda esta introducción sirve para resumir la motivación con la que Macedonia acometió el duelo ante el combinado heleno, un choque que se llevó por un claro 58-72. Con todo, no fue sino el base nacionalizado Bo McCalebb quien desequilibró la balanza en favor del cuadro balcánico. El base de Montepaschi Siena logró la friolera de 27 tantos, 4 rebotes y otras 4 asistencias, y volvió loco a Calathes y a los demás bases griegos.

El triunfo de los macedonios se cimentó en una muy buena segunda mitad, toda vez que los dos primeros cuartos acabaran con un pírrico 30-29 para el cuadro balcánico. Tras el regreso de los vestuarios, McCalebb se puso el traje de faena, y volvió loco a sus rivales, no sólo en el tiro, sino manejando junto a Ilievski el «tempo» del encuentro.

En este sentido, cabe destacar que Macedonia realizó un juego muy sencillo basado en penetraciones con pases extra, que buscaban el triple librado o el pase interior, donde destacó Pero Antic con varios mates. Grecia se defendió de la mano de Antonis Fotsis, que fue el máximo anotador heleno con 16 tantos. Pero el fino ala-pívot estuvo demasiado solo.

Petardos croatas y bosnios

En el resto de la jornada de los grupos C y D destacó el triunfo por 87-81 de Croacia sobre Montenegro y la escandalosa derrota bosnia ante Finlandia, por un sonrojante 92-64.

En el «derbi» balcánico, el pívot del Real Madrid Ante Tomic y el base Bojan Popovic marcaron la diferencia para la escuadra dálmata. Tomic fue el rey bajo el tablero, sumando 26 puntos y 8 rebotes. Mientras, Popovic anotó 7 triples -23 puntos en total-, para ejercer el dominio en el juego exterior, junto a las 12 asistencias del nacionalizado Dontaye Draper.

Montenegro siempre fue a remolque, pero de la mano de Jeretin, 18 tantos, el ex baskonista Dragicevic, 17 puntos, Cook y Dasic, llegó a rozar la remontada, al ponerse 80-77 en los minutos finales. Sólo un par de canastas de Tomic y el control del rebote ofensivo sentenciaron el duelo en favor del bando croata.

Mientras, Bosnia rozó el ridículo ante Finlandia. Con un Teletovic desaparecido -se lastimó el tobillo aunque pudo volver-, Bosnia se hundió sin defensa ni juego colectivo. El dúo finés Koponen y Koivisto -31 puntos entre los dos-, se aprovechó de la indolencia de su rival, una indolencia que le puede costar caro.

En el resto de la jornada, Rusia ganó con tranquilidad, 79-58, a Bélgica, mientras que Eslovenia precisó de 15 triples para doblegar a Georgia por 87-75. Por último, el combinado de Ucrania se valió de los 35 puntos sumados por Kolchenko y Burtt para ganar a Bulgaria por 67-56.