Por primera vez en su historia, los Verdes están presentes en los parlamentos de todos los landers, pero el «efecto Fukushima» parece perder fuerza justo en vísperas de la gran batalla de mediados de mes en Berlín.

En las elecciones del domingo en Weklemburgo-Antepomerania, los Verdes lograron el 8,4% de los votos, superando la barrera del 5% para entrar en el Landtag, última asamblea regional que les faltaba en su palmarés.

«Es un éxito simbólico», señal el politólogo Carsten Koschmieder, quien matiza que este resultado queda lejos de los que cosecharon en primavera.

Tras la catástrofe nuclear de Fukushima a principios de marzo, nada parecía parar a los ecologistas, a los que las encuestas otorgaban la segunda posición a nivel federal, por delante de los socialdemócratas y pisando los talones a los conservadores.

El 27 de marzo destronaron a estos últimos del land de Bade-Wurtember, feudo de la CDU desde 1953.

La llegada del verano supuso un freno. La canciller, Angela Merkel, dio un giro al anunciar la renuncia a la energía nuclear para el 2022.

Ahora los Verdes se sitúan en tercer lugar en las encuestas, lo que les ha dado un baño de sobriedad. «En la perspectiva de las elecciones de 2012, el líder de los Verdes, Jurgen Trittin, muestra ambición para ocupar el Ministerio de Finanzas, no la cancillería», constataba el lunes el diario económico «Financial Times Deutschland».

Los Verdes insisten en su objetivo de convertir a su candidata en los comicios de Berlín del 18 de setiembre, Renate Kunast, en ministra-presidente. Pero todo apunta a que las aguas han vuelto a su cauce y el SPD renovará su victoria.