La detención de Josu Esparza se produjo en Donibane Lohizune y rápidamente fuentes policiales españolas intentaron vincularle con ETA a través de Ekin. Según precisó el movimiento pro-amnistía, por contra, Esparza hacía vida normal y pública en Lapurdi desde el mes de enero, cuando esquivó la redada policial centrada en Nafarroa.

El movimiento pro-amnistía recordó que aquella operación se saldó con denuncias de graves torturas y con encarcelamientos, lo que hizo que Esparza cruzara la muga y haya vivido desde entonces como refugiado, concretamente en Hen- daia y Baiona.

Fuentes policiales confirmaron que el arresto de Esparza se llevó a cabo en virtud de una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión dictada el pasado 24 de junio por el juzgado de instrucción que dirige Fernando Grande-Marlaska en la Audiencia Nacional.

El movimiento pro-amnistía mostró su solidaridad con Josu Esparza y destacó el trabajo llevado a cabo contra la represión en Nafarroa y en favor de los presos políticos vascos, «lo que le ha llevado a estar en el punto de mira de esa represión».

«Ahora que vivimos nuevos momentos políticos en Euskal Herria, queremos reivindicar que están de sobra las detenciones y todo tipo de expresiones represivas -añade el movimiento pro-amnistía en su nota-. Hacemos un llamamiento a la ciudadanía a defender y fortalecer el proceso democrático iniciado, porque sólo de ahí vendrá la resolución democrática del conflicto, y con ello el fin de la represión y la vuelta a casa de los presos».