Urdaibai ganó su segunda Bandera de La Concha consecutiva de la mejor manera posible, imponiéndose con autoridad en la segunda jornada y dejando claro que el resultado de la primera no fue ninguna casualidad. Los de Bermeo dieron una nueva exhibición de remo en la bahía y cortaron de raíz cualquier esperanza que pudiera tener Kaiku para remontar sus 33 segundos de desventaja.

Aunque la tripulación de la "Bou Bizkaia" esté compuesta por remeros experimentados y con varios títulos de La Concha a sus espaldas, todos ellos coincidieron en calificar de especial el triunfo que han conseguido este año. Y es que fue precisamente tras La Concha del año pasado cuando comenzó la investigación de lo que luego se conocería como "Operación Estrobo", una presunta trama de dopaje en la que se han visto implicados varios miembros del club bermeotarra. Después de un año sufriendo todo tipo de acusaciones -sin fundamento alguno en muchos casos-, los vizcainos estallaron de alegría y sacaron toda la rabia acumulada al cruzar las balizas de llegada en primera posición.

Seguramente, el preparador José Manuel Francisco era el que mejor expresaba el sentir del grupo. «Es la cuarta vez que gano La Concha, pero para mí es especial por todo el dolor que hay detrás. Todo lo que hemos pasado no se puede olvidar, pero se lleva mejor cuando ves que se hace justicia. Es un gran premio para nosotros», reconocía.

El técnico gallego, que no quiso confirmar su adiós, optó por repetir la tripulación que tan buen resultado le dio en la primera jornada. Y los suyos no le defraudaron. Primero aguantaron el esperado tirón de Kaiku sin perder la cabeza, y luego se escaparon a por la victoria. Como suele suceder cuando las ventajas que se arrastran desde el primer domingo son considerables, Urdaibai se vino arriba en su remada y su rival más directo, la «Bizkaitarra» de Kaiku en este caso, se hundió hasta acumular una desventaja de 24 segundos, nada habitual entre dos traineras de tan alto nivel.

Los gritos de ánimo de Gorka Aranberri en la txanpa final, coreando los nombres de los remeros y cantando los segundos que iban sacando a sus perseguidores, pusieron los pelos de punta a más de uno. La cruz fue para los de Sestao, que no tuvieron el rendimiento esperado a pesar de recuperar la trainera verde y meter cambios en la tripulación -Korta cambió los dos hankekos, dando entrada a Eder Durán y Beñat Astelarra, y también metió a Diego Hermo-.

Por detrás, Pedreña y la Donostiarra se vieron en la misma tesitura que vivieron siete días antes, la de remar cada uno por su lado prácticamente contra el reloj. Lo intentó el bote cántabro, que fue capaz de sujetar a las dos vizcainas durante el primer tercio de regata para acabar cediendo algo más de medio minuto. Más problemas tuvieron los anfitriones, que perdían en meta más de un minuto, pero que mantienen en la clasificación final una cuarta plaza histórica para ellos.

La tripulación ganadora de Urdaibai fue la siguiente: Antonio Miguel Montenegro, Sergio Montenegro, Jon Elortegi, Fernando Rúa, Óscar Viúdez, Mikel Portularrume, Alain Colunga, Luis Pazos, Iker Zabala, Javier Polo, Bersaitz Azkue, Miguel Ángel Millares y Xabier Zulaika, con Gorka Aranberri de patrón.

Hondarribia se reivindica

El bajón de Kaiku hizo que dos embarcaciones de la primera tanda, Hondarribia y Tirán, acabaran la segunda jornada por delante, en la segunda y tercera plaza respectivamente. La "Ama Guadalupekoa", en la que Orbañanos volvió a quedarse en tierra y cuyos tripulantes lucieron crespón negro por la muerte de una mujer en el Alarde del pasado jueves, fue la más rápida en una primera tanda entretenida.

Aunque ninguna de las tres participantes tenía opciones de bandera -Astillero no pudo estar al ser descalificada por alineación indebida-, todas ellas salieron con la firme intención de ganar la tanda, sacarse la espina del primer domingo, y terminar la competición con el mejor sabor de boca posible.

El primer tercio de la manga fue espectacular, con las tres traineras prácticamente en un segundo, pero a partir de la maniobra se vio que Hondarribia iba cogiendo la cabeza de la regata, seguida de cerca por Tirán y con Pasai Donibane perdiendo los primeros segundos. En el largo de vuelta, los gallegos amenazaron por momentos con alcanzar a los guipuzcoanos, pero nunca pudieron reducir la desventaja de 4-5 segundos, mientras que San Juan se descolgaba definitivamente. Al final, quinta plaza en la general para los verdes, sexta para los rosas y séptima para los gallegos.