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Bandera de La Concha 2011

Galicia vuelve a entonar la «Rianxeira» tras mantener el pleno en Donostia

Se ve que la Bandera Femenina de La Concha es coto exclusivo de Galicia. La «Rianxeira» remontó los cuatro segundos de desventaja respecto a Zumaia, y superó también a Getaria-Tolosa merced a una empopada digna de aplauso. Las traineras guipuzcoanas se quejaron por la inclusión de una remera de ficha levantina en la selección gallega.

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Arnaitz GORRITI I

Se ve que ganar una vez es el secreto para ganar en más ocasiones. De las cuatro ediciones que se han disputado de la Bandera Femenina de La Concha, Galicia se las ha llevado todas. En mar tranquila, en mar movida, a una jornada y a dos; o como se suele decir, de todas, todas. Una vez más, la bahía donostiarra se convirtió en coto exclusivo del remo femenino galaico, con la canción de la «Rianxeira» como hit inconfundible a la hora de celebrar el triunfo.

Las cosas se presentaban complicadas en la segunda jornada de la Bandera Femenina. Complicadas para las tres embarcaciones, Zumaia, Galicia y Getaria-Tolosa, que se iban a jugar el triunfo final. El bote de Bizkaia, para su desgracia, sabía que en su caso no cabía complicación alguna: condenadas a ser las últimas, de modo que tendrían que conformarse con poder bogar en los «Juegos Olímpicos» del remo sin ninguna opción.

Una vez más, el Cantábrico se portó y dejó una ola larga y mínimamente turbia para que las patronas mostraran su pericia, con aparente ventaja para la calles tres y, sobre todo, cuatro, en opinión de los expertos. La delegada galaica, Araceli Fernández, confesaría más tarde que se alegró de que en el sorteo le hubiera tocado la mentada calle cuatro a la «Rianxeira», con Getaria-Tolosa bogando por la calle dos y Zumaia, emparedada entre ambas favoritas otra vez a bordo de la «Enbata» de Zarautz, intentando abstraerse de una semana especialmente estresante por la presencia de los medios y la opción real de imponerse en La Concha.

Tensión y quejas

La semana ha debido ser muy larga entre las candidatas a ganar La Concha, fruto de ello se notaba la tensión, hasta el punto en que amagó con estallar en la reunión de delegados previa al comienzo de la regata.

Las traineras guipuzcoanas se quejaron en ese momento de que una de las remeras de Galicia Rianxeira, Emily Jane Marin, tal vez no debiera participar en la prueba, ya que estimaban que Galicia, que participa como selección, no debiera incorporar a sus filas a una remera que tiene ficha levantina en vez de gallega. Al final, la sangre no llegó al río y tampoco hubo cambios de última hora.

Sobre la regata, cabe decir que, por mucho que se repita la historia de una regata a cada cual más interesante, no deja de tener emoción una primera champa. Mientras que Bizkaia cedía metros desde la primera palada, Galicia, Zumaia y Getaria-Tolosa realizaban una salida que puso la piel de gallina a la gente. Las patronas pedían todo y más a sus respectivas tripulaciones, éstas respondían sacando todo lo que llevaban dentro y los botes surcaban el agua como torpedos, sin que la proa de nadie lograra destacarse del resto.

Bajo la protección de la isla de Santa Clara, la diferencia entre las calles quedaba reducida a su mínima expresión, de modo que el remar en paralelo duró unos cuantos minutos. Sólo cuando el mar abierto empezó a poner las cosas en su sitio se vio que esta segunda regata tendría una película bien distinta a la del primer fin de semana.

Getaria-Tolosa tomaba una ligera ventaja, con Galicia pisándole los talones. Mientras, Zumaia cedía un poco, quizá suficiente para perder su liderato, pero no por ello dejaba de luchar. Además, el bote del valle del Urola ha venido tomando las ciabogas de maravilla.

Error de Zumaia y la empopada

Sin embargo, las patroneadas por Nagore Osoro fallaron en el peor momento. Getaria-Tolosa tomaría la ciaboga con escasas centésimas de renta sobre el bote galaico, mientras que Zumaia llegaría a la mitad del recorrido con cinco segundos de pérdida. Para su desgracia, la «Enbata» perdió más tiempo del admisible durante el giro y, por mucho que luego trataran de sacar fuerzas de flaqueza, el desánimo cundió entre las zumaiarras y las opciones de bandera se esfumaron en un segundo largo que les debió resultar tan largo como los pasos de un vía crucis.

Todo quedaba, pues, en un mano a mano entre Getaria-Tolosa, ganadora de la Liga Euskotren, y Galicia Rianxeira, domi- nadora de La Concha y campeona estatal. Sólo había 70 centésimas de ventaja en favor de las patroneadas por Laura Hermo, de forma que quien mejor atinara en la empopada, ganaría.

Fue, quizás, en la salida de la ciaboga donde se vio la diferencia entre las calles. Galicia supo contener el ataque guipuzcoano, logrando colarse en cabeza y abrir paulatinamente la ventaja. Olatz Aldalur arengaba a sus remeras para que Getaria-Tolosa tratase aún de mantener viva la esperanza de la remontada, pero la «Esperantza» no volvió a enseñar su proa. Tampoco es que la «Rianxeira» viviera un final de regata plácido, ya que tuvo el aliento de su principal rival en su cogote hasta el final.

Pero la renta adquirida el día 4, más la experiencia de haberse impuesto en las tres ediciones anteriores de la bandera, dieron a las galaicas el temple preciso para entrar en cabeza, dando paso a una victoria desatada entre gritos, lágrimas, abrazos, muchas risas, algún que otro velo para futuras casaderas y, cómo no, la inevitable «Rianxeira».

Araceli Fernández: «Este equipo viene de Galicia para ganar»

Lógicamente, la alegría del conjunto gallego y la decepción -con un componente muy elevado de rabia por la alineación del bote de la «Rianxeira»- de Zumaia y Getaria-Tolosa contrastaban una vez terminada la regata femenina. El duro trabajo de todo el año y los nervios de una semana eterna sólo hallaban recompensa en una embarcación.

«Estoy tan contenta que no sé ni qué decir», resumía Araceli Fernández, delegada de Galicia, en pleno éxtasis de júbilo. «Con Getaria pisándonos los talones y Zumaia con su ventaja, estaba muy difícil, de modo que esta vez no me esperaba que pudiéramos ganar», reconoció la delegada del conjunto gallego, para añadir a renglón seguido que la fortuna del sorteo de la calle les sonrió en esta ocasión. Asimismo, Fernández reconoció que entre su tripulación había una buena cantidad de «rabia» competitiva.

«Nuestra calle era buena y nos ayudó. Nosotros queríamos la calle cuatro, que fue la misma por donde ganamos el año pasado. Lo que sí creo es que había un poco de rabia en los dientes para llegar, ganar y llevarnos el trofeo para casa», dijo.

Y es que al parecer, la dominadora de la Bandera Femenina de La Concha notó «mucha presión» tras verse superada en la primera regata. «El equipo tiene mentalidad de campeona y el regreso a Galicia fue muy malo: saltaban chispas por pequeñas cositas... El equipo tenía mucha presión, pero tenemos un espíritu tremendo y salimos de Galicia para ganar».

Sobre el caso de Emily Jane Marín, Fernández aludió a distintos problemas de su tripulación para echar mano de ella. Asimismo, dio a entender el permiso de la organización de la regata, ya que comentó que «en el momento de la inscripción de La Concha, llamé y consulté sobre ello».

Obviamente, la patrona de Getaria-Tolosa, Olatz Aldalur, no se conformaba con aquellas explicaciones. «Nosotras entrenamos todo el año y algunas vienen y hacen lo que les da la gana. Las felicito porque han sido mejores, pero no podemos luchar contra lo que pasa en los despachos. Personalmente, estoy muy a gusto con la regata que hemos hecho. Lo hemos tenido en la mano, pero cuando no se puede, no se puede. El equipo está triste, y sobre todo con mucha rabia», resumió.

El delegado de Zumaia, Luis Mari Goikoetxea, fue aún más expeditivo. «Si buscamos la igualdad, también habrá de haberla en la reglamentación». Sobre la regata, también fue claro. «De haber hecho una ciaboga normal, hubiésemos estado en la pelea por la victoria». A. G.

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