Izan Ontsa, un proyecto para abrir Zuberoa al conjunto de Euskal Herria
El sosiego que durante años ha reinado en la mansión Agerria de Maule, residencia de los frailes de La Salle hasta hace dos años, está siendo sustituido por el bullicio de los chavales que son acogidos por el equipo de Izan Ontsa.
Arantxa MANTEROLA I
El proyecto de la pequeña empresa dio sus primeros pasos en mayo, después de que alquilaran una parte del enorme edificio al ayuntamiento que, con la ayuda de varias instituciones locales y también de las importantes aportaciones privadas de cerca de 200 zuberotarras, consiguió rescatar Agerria para el patrimonio público de Zuberoa.
Axun Olaran y Joseba Badiola, dos de los impulsores de Izan Ontsa, transmiten la ilusión del grupo que se ha lanzado en esta aventura con la ambición de abrir las puertas del herrialde vasco más pequeño al resto de Euskal Herria y ofrecer así la oportunidad de conocer o redescubrir sus maravillosos parajes y cultura.
La idea circulaba por su cabeza desde hace años: «Nos dimos cuenta que en las salidas al exterior que habitualmente efectúan las ikastolas y escuelas, las estancias con destino a Ipar Euskal Herria eran casi inexistentes. Empezamos a indagar las razones y la conclusión que aparecía más frecuentemente era que no había un lugar adecuado y suficientemente grande para acoger a grupos más bien numerosos».
Una carencia que se les antojaba posible de resolver: «Y así, escudriñando aquí y allá, nos encontramos con Agerria» dice Axun. Un magnífico dominio situado en una pequeña colina, desde donde se atisba todo Maule. El Ayuntamiento, gestor de la sociedad de economía mixta que es ahora la propietaria, se mostró muy abierto y satisfecho de acoger el primer proyecto para hacer revivir el lugar, y así sellaron un acuerdo para ocupar parte de las instalaciones.
Tras realizar unas obras de adecuación indispensables (que tendrán continuación si su proyecto cuaja como esperan), los promotores de Izan Ontsa pueden ahora acoger a unos cien niños y también cuentan con otras habitaciones.
Procurar un alojamiento no es, sin embargo, el único objetivo. Y es que, aparte del aspecto logístico que puede suponer la estancia y manutención de los grupos, Izan Ontsa aspira a abrir vías al intercambio real entre los visitantes y los habitantes de Maule y alrededores.
En este sentido, ya han tenido algunas experiencias alentadoras. «Entre los primeros grupos que hemos acogido, vino uno de chavales de 6 y 7 años de la ikastola Rikardo Baroja de Bera. Durante su estancia, vinieron a visitarles los de la ikastola de Sohüta y pasaron varías horas juntos, conociéndose mutuamente, preguntándose cosas, cantando... Fue una experiencia muy interesante y muy bonita», aseguran.
Un intercambio «enriquecedor» para todos ya que permite que los niños constaten que, además del universo de la ikastola, hay otros espacios y gentes que también comunican y viven en euskara. Y se den cuenta de las especificidades de los euskalkis, en particular del zuberotarra.
Dinámicas socio-culturales
En la agenda de los promotores del proyecto está ir contactando con agentes y asociaciones de Zuberoa con el fin de crear dinámicas conjuntas de colaboración ,y no sólo en el ámbito cultural. Por ejemplo, preparar propuestas de visitas a explotaciones agrícolas locales para conocer su forma de trabajo y poder comprar directamente los productos que elaboran o, aprovechando el entorno, ofrecer programas de educación medioambiental y de encuentro con la naturaleza.
La oferta de Izan Ontsa se dirige, sobre todo, al mundo de la enseñanza en euskara (ikastolas, euskaltegis...) y también a otros colectivos. e incluso particulares: «Agerria está abierto a todos los colectivos que de- seen alojarse aquí, disfrutar del entorno, conocer lugares tan hermosos como Kakueta, el monte La Madelaine, Holtzarte, Irati... pero, asimismo, a familias, cuadrillas, grupos de montaña o particulares», subrayan.
De hecho, los participantes del Tour de Irati organizado por el el club SAM de Maule y ESAIT o un grupo de AEK se han alojado recientemente en Agerria.
«Hay mucha gente que tiene un afecto especial por Zuberoa pero, en general, la perciben como si estuviese muy lejos. Queremos demostrarles que no es así e invitarles a venir» apostilla Joseba (atienden en la dirección axunolaran@hotmail.com). Una invitación que esperan sea escuchada porque Izan Ontsa está dispuesta a abrir las puertas de Agerria y, con ellas, las de todo Zuberoa.
Tras la marcha de los frailes de La Salle, a quienes pertenecía Agerria desde hacía 125 años, el Ayuntamiento logró reunir suficientes fondos públicos (51%) y privados para que el antiguo convento que cuenta con 6.000 m2 edificados y con un frondoso bosque de 97 hectáreas quedase en manos públicas.
Izan Ontsa ha alquilado y preparado una parte de las instalaciones para acoger a todo tipo de grupos. En esta primera etapa, sin embargo, su oferta se dirige especialmente a las ikastolas y escuelas. Las estancias cuestan 36 euros por niño, con el desayuno y la cena incluidos en el precio.
El leit motiv del proyecto es posibilitar el descubrimiento de Zuberoa a los niños y niñas de Hego Euskal Herria. Desde que iniciaron su actividad ya han recibido a los primeros grupos de alumnos de la ikastola Rikardo Baroja de Bera y del instituto Erniobea de Villabona. A.M.