Como esa compraventa a falta de la firma notarial, ir a renovar un carnet, o acudir a pasar la ITV, el Mundial 2011 de Formula 1 se ha visto reducido a un mero trámite dada la superioridad de Sebastian Vettel y su Red Bull respecto a sus rivales. Nadie pone ya en duda que el alemán revalidará el título conseguido el año pasado y, mientras sus rivales parecen contentarse con acompañarle en el podio, la única duda radica en averiguar cuándo pondrá la rúbrica final a un campeonato que debe encontrar nuevos retos menores.

Por si alguien tenía dudas, el piloto alemán se paseó ayer en casa de Ferrari y, para aquellos que sólo aprecian la diferencia de su coche sobre el resto, cuando le hizo falta, demostró sus grandes cualidades como piloto, con un adelantamiento a Fernando Alonso por el exterior al alcance de muy pocos.

Conscientes del mundo que, hoy por hoy, los separa de Vettel, sus rivales se ven obligados a arriesgar en espectaculares acciones como el fantástico adelantamiento que Fernando Alonso protagonizó en la salida. El asturiano, que partía en cuarta posición, realizó una arriesgada maniobra por la derecha -con dos ruedas sobre el césped- para entrar primero en la primera curva, la de la chicane.

En este arriesgado inicio el australiano Daniele Ricciardo provocó una montonera que involucró a su compañero Vitantonio Liuzzi (Hispania), al ruso Vitaly Petrov (Renault), al belga Jerome D'Ambrossio (Virgin) y a Nico Rosberg (Mercedes).

Monólogo de Vettel

Poco le duró el liderato para el que tanto tuvo que arriesgar a Fernando Alonso, apenas poco más del tiempo que el safety car tuvo que permanecer sobre la pista hasta que retiraron los coches involucrados en el aparatoso barullo inicial. En cuanto se reanudó la competición, el alemán rebasó al español y ya no cedió el liderato hasta la meta.

Con rentas cada vez cómodas, toda la emoción que quedaba se pudo ver desde el retrovisor del Red Bull de Sebastian Vettel. Su compañero, el australiano Mark Webber, quedó fuera de carrera en la quinta vuelta, tras tocarse con Felipe Massa -sexto ayer-, perder el alerón delantero y acabar accidentándose pocos metros más adelante.

Poco después se produjo la interesante batalla del alemán Michael Schumacher (Mercedes) -quinto- con Hamilton, en un duelo al que se uniría posteriormente, y del que saldría como gran beneficiado, Button, en una sensacional maniobra de adelantamiento doble en la vuelta 16, inmediatamente antes de parar en boxes.

Jenson Button les cedió el duelo a su compañero y a Schumi, que dio muestras de su calidad y aguantó muchas embestidas del inglés antes de aflojar, en una batalla que benefició indirectamente a Fernando Alonso. Pese a sus malas sensaciones en los entrenamientos, el asturiano quería brindar una buena carrera a los tifosi, pero el británico Jenson Button (McLaren) le superó a poco del final para terminar segundo, mientras el español acababa tercero.

Por detrás, también destacó el duelo del mexicano Sergio Pérez (Sauber) con el venezolano Pastor Maldonado (Williams) y con Jaime Alguersuari. El piloto catalán arrancó el 18, pero remontó once plazas y alcanzó su mejor clasificación desde que es piloto de Fórmula Uno.

El Mundial se desplaza ahora a Asia, donde Sebastian Vettel celebrará, salvo catástrofe, su segundo Mundial. Si no es en Singapur dentro de quince días, será en Japón. Y muy mal le tendrían que ir las cosas a Vettel si no es campeón ya en Corea.