LEZAMA Triunfo rojiblanco
La victoria se hizo esperar por un balón reacio a entrar
El Athletic fue claramente superior, pero no pudo aprovechar sus oportunidades hasta la recta final. Olabarrieta celebró su reaparición anotando el primer tanto.
El Athletic celebró el reencuentro con sus aficionados enlazando su segunda victoria consecutiva, aunque el golaverage le mantiene fuera de los cuatro primeros puestos. Fue un triunfo merecido aunque, como sucediera en L'Estartit, las rojiblancas no pudieron celebrarlo hasta el pitido final.
Entre otras cosas porque el Valencia se dedicó desde el inicio a perder el tiempo y desestabilizar a su anfitrión más que a pelear por los tres puntos. A lo que se añadió que las rojiblancas perdonaron durante muchos minutos. Su dominio del esférico le permitió generar claras oportunidades, pero su nula puntería, el larguero a remate de cabeza de Guru, y el reseñable papel de Gullit en la portería valencianista, evitaron que llegaran a reflejarse en el marcador. Fue la tónica dominante de todo el primer tiempo.
Con un Valencia dominado y recluído en su parcela, sin apenas cruzar la línea divisoria, transcurrieron también los primeros compases de la segunda parte. Pero los cambios en las filas locales y el cansancio que ya dejaban traslucir las levantinas invitaban a presagiar que esta vez sí llegaría el gol. Y así fue. Irune Murua se marchó por banda derecha y su centro lo tocó levemente Guru para que Olabarrieta, que saltaba del banquillo para disputar sus primeros minutos de la temporada, marcara pegado al palo.
El empeño obtuvo premio y, en un córner botado por Eli Ibarra, Irene sentenció con un gran cabezazo. Pero también hubo recompensa para la racanería del Valencia que, en la prolongación, aprovechó un barullo en un córner para acortar distancias sin, afortunadamente, mayores consecuencias.