Bandera de La Concha 2011
Miles de aficionados recibieron a los campeones en la plaza de Bermeo
A.A. I
Miles de bermeotarras se dieron cita en la Plaza del Ayuntamiento de la localidad vizcaina para recibir a los campeones de La Concha. Con el pueblo totalmente inmerso en sus fiestas patronales, el homenaje a los remeros se convirtió en un acto festivo más pero con un significado especial para los deportistas y sus seguidores.
Aunque la llegada de los remeros estaba prevista para las 20.30, el recibimiento se demoró unos cuantos minutos como suele ocurrir en este tipo de celebraciones. El grueso de la expedición comió en una sidrería de Donostia y llegaron a Bermeo vestidos de arrantzale como manda la tradición. La espera mereció la pena, ya que el equipo tuvo una entrada estelar en la plaza, montado en un camión adornado adecuadamente para la ocasión y a los gritos de «bai, bai, bai... Urdaibai».
Tras cruzar la abarrotada plaza, remeros, técnicos y directivos subieron al balcón del Ayuntamiento, desde el que saludaron a los aficionados y les dedicaron la bandera. El gallego Luis Pazos fue el director de orquesta. Primero leyó un comunicado para agradecer el apoyo recibido durante una temporada «muy difícil», y luego fue presentando a los miembros de la plantilla uno a uno -como al todoterreno Fernando Rúa o al serio Asier Astelarra-.
Tras su intervención, Pazos reconocía que ganar la Bandera de La Concha por segundo año consecutivo «es un buen colofón» para su carrera y adelantó su intención de abandonar el deporte de élite a sus 43 años. «Ya va siendo hora de dar paso a los jóvenes y que sean ellos los que ganen banderas. Yo quiero dedicarme a mi familia», declaró tras atreverse con el euskara.
Despedidas y reivindicaciones
Otro de los protagonistas fue el entrenador José Manuel Francisco, que también quiso dedicar unas palabras a los aficionados. Imputado en la «Operación Estrobo» y puede que en su último año al frente de Urdaibai, Francisco se mostró satisfecho con el trabajo realizado en los dos años que lleva en Bermeo.
Y qué decir de Gorka Aranberri, el patrón zarauztarra que llegó hace apenas seis meses al club y que en su primer año ha podido ganar la Olimpiada del remo. «Yo vine aquí a ganar el mayor número de regatas posible, sin hacer caso a lo que diga la gente. Los remeros han pasado sin problemas todos los controles antidoping que les han hecho y lo demás son habladurías sin fundamento. Me alegro un montón por ellos», reivindicaba tras agradecer la oportunidad que le dio su club de origen.
Antes, la alcaldesa Idurre Bideguren felicitó a los ganadores por su trabajo y exigió «respeto» para ellos por lo que han tenido que sufrir este año. «Estoy muy emocionada. Llegar a la alcaldía y poder disfrutar de un día como este es muy especial para mí. Ha sido un año duro, se les ha hecho mucho daño a los remeros y es una pena. Pero por suerte tenemos un gran equipo y el remo nos demuestra que también tiene esta cara, la buena. Estamos en fiestas y ahora es el tiempo para disfrutar todos juntos», emplazó.