Juanjo Cobo por fin pudo decir al pasar la línea de meta de la última etapa de la 66ª Vuelta que ya se sentía ganador de la carrera que lideró los seis últimos días. «Ahora, con la tensión liberada, puedo respirar tranquilo y ya me siento ganador de la Vuelta. Hasta el último momento no se podía cantar victoria», dijo el corredor cántabro.

También destacó que en los últimos kilómetros había habido «tensión» a pesar de que el Sky no había trabajado para que Christopher Froome, segundo clasificado a trece segundos de Cobo, intentase sumar algún segundo de bonificación.

El bisonte de la Pesa reconoció que todavía no ha tenido «tiempo para pensar» a quién le dedica la victoria más importante de su carrera deportiva. «No he vivido algo así en mi vida, y espero que el triunfo en la Vuelta me sirva para darme cuenta de lo que me he perdido el último año y medio», aseguró.

Sobre sus objetivos en el futuro y después del rendimiento que ha mostrado en la carrera española piensa que «puedo rendir al máximo nivel».

En esta Vuelta recordó que ha vivido dos momentos críticos, en Sierra Nevada, cuando todavía no entraba en los pronósticos como favorito para ganarla, «sufrí mucho y me costó mucho salvarla», el otro fue en la llegada a Peña Cabarga donde «pensé que perdía el liderato y gracias a la afición que me dio alas lo pude salvar».

Joxean Fernández Matxin, su director deportivo en el Geox-TMC, intentaba saborear el momento: «Todavía no me he desbloqueado desde que ha acabado la etapa. En la Vuelta ha habido momentos malos y muchos buenos», aseguró.

David de la Fuente, compañero de equipo y de habitación del ganador, fue otro de los requeridos para dar su opinión: «Esto es increíble, la cantidad de gente que ha venido a apoyarnos. Desde que se vistió de líder a Cobo lo he visto muy bien, tranquilo aunque igual la procesión iba por dentro y solo ha habido un par de días que no ha dormido bien. Al principio de la Vuelta los líderes del equipo eran Denis Menchov y Carlos Sastre, pero Juanjo día a día iba mejor».

Por último, Peter Sagan, vencedor de la última etapa, encontró un recorrido a su medida en el Paseo de La Castellana: «Era una buena etapa para mí, con un circuito técnico, y los compañeros han hecho un gran trabajo. Estoy muy contento de cómo he andado en la Vuelta. Creo que podía haber luchado por el jersey verde sin los incidentes de la llegada en Haro donde ganó Haedo porque habría cogido puntos suficientes».

El corredor eslovaco del Liquigas-Cannondale admitía al término de la carrera que «no pensaba que podía ganar tantas cosas este año, pero tampoco sé hasta dónde puedo llegar. Estoy contento por los resultados, porque soy veloz y soy capaz de aguantar en las etapas de montaña. En el Mundial me veo capacitado para ganar, pero es una carrera complicada y muy larga en la que hay que tener un buen equipo que trabaje».