Jon Odriozola | Periodista
Tipicoleando (XV, o por ahí)
Coll: me voy y sin pagar. Tip: está usted en su Derecho. Coll: ¡y no me llamo Coll, me llamo Botín, coño! Tip: ya lo dice el refrán: para muestra un botín
Estamos en un bar infame, un antro, con piso desigual de madera y con serrín, un mostrador de pizarra, un reloj parado, un futbolín y una máquina de petacos averiada, un bote de guindillas picantes de cojones, un tasko infame de los que le gustan y frecuentaba el calavera que escribe estas no menos infames líneas. Detrás de la barra está Tip y entra Coll. No hay nadie más.
Coll: buenas. Tip: está usted en su derecho. Coll:?! Tip: ¿qué va a ser? Coll: un vino tinto, por favor. Tip: le asiste ese derecho. Coll (confundido y pelín mosqueado): ¿derecho de qué, si se puede saber? Tip: de pedir lo que guste y esté en mi mano servirle, pues mi provisión, como ve, es limitada pero infinita, como el universo. Coll: venga ese vino, pues. Tip: es legítimo. Coll (ya seguro de que está delante de un paranoico): ¿locualo?, y disculpe la licencia casticista. Tip: su sagrado derecho a pedir un vino tinto y, si le place, con sifón. Coll: como que, según usted, estoy en mi derecho. Tip: correcto. Coll: ¿puede ponerme una piparra de esas que veo allí? Tip: está usted en su derecho. Coll: y usted en el deber de servírmela, supongo. Tip: es una suposición legítima. Coll: y legal. Tip: completamente. Coll: se ajusta a derecho. Tip: y es reglamentario. Coll: me maravilla y, si me apura, aún diría más, me asombra su escrúpulo formal y material con los derechos de la plebe, algo admirable, ciertamente, debe ser el progreso. Tip: es su derecho, sencillamente, no me sonroje, fui acomodador de cine antes que fraile. Coll: entiendo, pues, que estoy en mi derecho de pedir un mero vaso de vino. Tip: exacto, es su derecho. Coll: en otras palabras, que estoy autorizado y en mi derecho de solicitar un vaso de vino o pote. Tip: en efecto, lo ha entendido usted de modo fetén. Coll: algo legítimo. Tip: y constitucional. Coll: impresionante, qué alivio. Tip: legal, eso es todo.
Coll: nunca me habían tratado así, lo confieso. Tip: vivimos en un estado de Derecho. Coll: ¡albricias! Tip: tiene usted derecho a emocionarse y manifestar y exteriorizar su pasmo en este país libre. Coll: ¡asombroso!
Tip: si quiere, enciendo la radio (nos enteramos ahora de que existe un transistor de pilas), no tiene más que decírmelo, es su derecho. Coll: mejor conecte (no dijo «ponga», se ve que tenía estudios) o active el televisor, hágame el favor. Tip: no tengo, lo siento, y comprendo que eso lesiona su derecho a ver televisión, y no digamos informarse. Coll: no se preocupe, amigo, está usted en su derecho de no tenerla (la tele). Tip: pero, y esto es muy lamentable, mi derecho a no tenerla entra en conflicto y colisiona con su derecho a ver imágenes que valen por mil palabras en este cuchitril. Coll: en efecto, y como tengo derecho, le demando a usted, baboso, ¡nos veremos en los tribunales, ea! Tip: está usted en su derecho. Coll: por supuesto. Tip: es legítima su postura y hasta justa, fíjese. Coll: y legal. Tip: y conforme a Derecho.
Coll: me voy y sin pagar. Tip: está usted en su derecho. Coll: ¡y no me llame Coll, me llamo Botín, coño! Tip: ya lo dice el refrán: para muestra un botín.