Internacional
«Tutti contro il Milan»
La Juventus, al abrigo de su nuevo estadio, lidera el asalto a un Scudetto que desde hace cuatro años se queda en la capital lombarda.
Joseba VIVANCO
La Juventus de Turín, esa Vecchia Signora a la que Mario Soldati, el novelista y director de cine italiano, definía como «el equipo de los caballeros, de los pioneros de la industria, de los jesuitas, de los biempensantes y de los burgueses ricos», es el primer líder en la carrera por el Scudetto, el último de los grandes campeonatos europeos en los que el balón ha echado a rodar. A pesar de ser el actual patriarca del Calcio con 27 entorchados, desde el año 2003 los bianconeros -colores cortesía de John Savage, un inglés residente en Turín que había hecho un pedido de camisetas del Notts County a unos amigos- no ganan el título. Pero esta temporada, con su nuevo y reluciente estadio, van a por todas.
El fin de semana, en su debut, ante su -por fin- volcada e ilusionada hinchada, la Juve puso en liza un equipo que, sorprendentemente, contaba con diez jugadores italianos, entre ellos el veterano Del Piero -va para 37 años- y el «fichaje del siglo», en palabras de su arquero Buffon, el ex-milanista Andrea Pirlo.
Pero se dio la circunstancia de que el único extranjero del once inicial, el suizo Lichtsteiner, marcó el primer gol oficial en el nuevo estadio. Porque atrás ha quedado el viejo Comunale turinés. El nuevo Juventus Arena, con capacidad para 41.000 espectadores -pero con el césped tan maltrecho como el del Reyno de Navarra el pasado fin de semana-, está construido sobre lo que en su día fue el desangelado Delle Alpi de 70.000 asientos -el estadio Salt Lake de Calcuta, en el que jugó Amorebieta con Venezuela, tiene una capacidad para 120.000 espectadores, aunque lejos de las 150.000 plazas del norcoreano Rungrado May Day, en Pyongyang-.
El fútbol sigue igual
Los juventinos olvidaron que están en la patria del catenaccio -fue Gianni Brera, uno de los periodistas italianos más influyentes del siglo XX, quien acuñó el término en los 60- y arrollaron 4-1 al Parma con un juego veloz y atrevido, presentando su candidatura ante la decepcionante actuación de sus dos máximos rivales lombardos.
Los interistas de la dupla Forlán y Milito, con Wesley Sneijder en el banquillo, salieron derrotados por 4-3, mientras que sus vecinos, los rossoneri de Ibrahimovic -el serbio ha ganado todos los Scudettos desde el año 2004-, el genial Pato -de quien se dice es novio de una de las hijas de su `patrón' Berlusconi- y compañía no pasaron de un triste empate a dos en casa.
Los tres grandes italianos volverán a aspirar a lo máximo en un Calcio -en el que ha dicho adiós, a sus 37 años, el duro Matrix Materazzi tras diez campañas- en el que, con una Roma que no carbura al mando del eterno Totti, sólo el Napoli puede aspirar a hacerlo por primera vez desde que Diego Armando Maradona liderara a los azzurri. ¿Del resto de equipos? La anécdota del modestísimo Novara, que hace poco más de un año jugaba en la Serie C y no pisaba la máxima categoría italiana desde los años 50.
El fútbol sigue igual
Con la Seria A en marcha, y a falta de que la competición griega eche a rodar, las diferentes ligas siguen a lo suyo. El camerunés Samuel Eto'o anotó su segundo gol en tierras daguestanís y dice encontrarse «como un niño». El sempiterno Raúl vovió a marcar con su Schalcke y ya acumula 347 goles en 276 partidos, contra 144 porteros de 80 clubes en 62 estadios distintos. El presidente del Newcastle, Mike Ashley, se destapó con un `streaptease' a lo ``Full Monty'' en un restaurante chino durante la celebración de una cena con varios directivos del equipo. Dos años, diez meses y 102 partidos después Boca Juniors volvió en solitario a lo más alto de la clasificación argentina... Y nuestro querido Ajax Lasnamäe estonio perdió 0-7... y ya van 129 en contra.
El Chelsea ha dado un golpe importante en el mercado de traspasos del fútbol inglés fichando a la nueva perla del fútbol escocés: Islam Feruz, de 16 años, y bautizado como el nuevo «Rooney escocés». Se trata de un joven somalí criado en la cantera del Celtic y que juega para Escocia desde pequeño
«Desde chico sueño con jugar en Argentina y, particularmente, en Newell's Old Boys -el equipo del corazón de Marcelo Bielsa-. Es una experiencia que quiero tener», ha confresado Lionel Messi a la revista ESPN Brasil, sobre sus deseos futuros
Wayne Rooney volvió a repetir y anotó el fin de semana tres goles -séptima vez en su carrera e iguala a sir Bobby Charlton- por segunda jornada consecutiva. El Kun Agüero hizo lo propio con el City y hasta Mario Gómez repitió de nuevo hazaña con su arrollador Bayern. Parece claro que la Bota de Oro se va a poner muy, muy cara esta temporada para los Ronaldo y Messi. Y es que son muchos los jugadores que en este inicio los están marcando de tres en tres. Pero lo que resulta más complicado es facturar el hat-trick perfecto, el que se compone de un gol marcado con la diestra, otro con la zurda y el tercero de cabeza. El trío más bello de todos.
De él existen algunos ejemplos memorables, como el que se sacó de la chistera Michel Platini con la selección francesa en la Eurocopa de 1984. También en 2002, el artillero Jimmy Floyd Hasselbaink -aquel jugador de quien el ingenioso gaditano y ex-colchonero Kiko Narváez dijo que era «la cara más negra del fútbol»- deleitó a la afición del Chelsea con una tripleta perfecta. En cambio, otros no han pasado a la historia de esta especialidad por su ejecución, sino por la velocidad o la forma de lograrlo.
El `dios' red Robbie Fowler -aquel que se `esnifó' la línea de cal del campo tras marcar un gol- posee el récord de haber anotado la tripleta más rápida de la Premier League. El ya ex-artillero del Liverpool hizo sus tres goles en cuatro minutos y medio, durante un partido contra el Arsenal jugado en Anfield en 1994. Nadie lo ha hecho más rápido en la máxima categoría, porque en las inferiores, James Hayter, delantero del Bournemouth, vio puerta tres veces seguidas en el lapso de 140 segundos, tras saltar al césped desde el banquillo en los últimos minutos de un choque contra el Wrexham del año 2004. Y si algo así es casi misión imposible, no lo es menos que un portero, en este caso el paraguayo Chilavert, convierta tres goles -eso sí, de penalti-, en un partido con su Vélez Sarsfield en 1999. Aunque para complicado, el hito de todo un especialista en los golpes francos, Sinisa Mihajlovic. En 1998, el serbio convirtió tres tiros libres en un único partido, cuando jugaba en las filas de la Lazio. Ese mismo año, el ariete uruguayo del Napoli Edinson Cavani marcó un triplete contra el Juventus con todos de cabeza. Aunque, para curiosidad, la del citado Rooney, quien logró una tripleta en su debut en 2004 en Champions, contra el Fenerbahçe, aunque diez días después un jugador turco, Tuncay, le devolvió la gesta en Old Trafford. J.V.
