«Cosa buena necesita su tiempo», dice la vox populi alemana, y este proverbio también es aplicable a la obra de la catedrática Ingrid Galster, quien ha investigado en detalle no sólo la vida y muerte del conquistador de origen vasco Lope de Aguirre, sino la imagen que la posteridad ha creado de él a través del cine, teatro y de la literatura.

15 años después de la publicación de la obra en alemán ha salido la versión castellana bajo el título «Aguirre o la posteridad arbitraria», a cargo de la Editorial Universidad del Rosario y de la Editorial Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

En Colombia el libro de 844 páginas se ha ubicado en el puesto número cuatro de los libros más vendidos. Y ahora Galster se traslada a Euskal Herria para darla a conocer a lectores que habitan los lares en los que nació el que fue «el primero en desnaturalizarse» del entonces Reino español «para fundar una monarquía independiente en la América hispánica», se lee en el reverso del libro.

El vínculo con la actualidad

Que su rebelión encontrara su desenlace justamente en aquella región colonial que hoy en día es la soberana República Bolivariana de Venezuela no es el único vínculo entre un hecho ocurrido en 1561 y la actualidad. Este detalle lo aclara el segundo título que informa sobre la orientación de la obra: «La rebelión del conquistador vasco Lope de Aguirre en historiografía y ficción histórica (1561-1992)».

Las palabras ya indican que no se trata de una narrativa de fácil lectura. Todo lo contrario. Es el resultado de la investigación científica que Galster tuvo que realizar a principios de los años 90 para acceder a una cátedra universitaria en Alemania. Este fondo explica tanto la extensión como la profundidad informativa de esta publicación.

Ésta se divide en tres partes más una amplía bibliografía, documentos transcritos, imágenes y las inevitables notas de pie de página. Ya la introducción científica, en la que la autora explica su forma de trabajo, sirve de inspiración y orientación a todos aquellos quienes se interesan por la vida de un personaje histórico, según los documentos, y por lo que la posteridad ha hecho de él. Estos dos aspectos determinan las otras dos partes que caracterizan la obra: primero está el Lope de Aguirre, tal y como aparece en los documentos que relatan su vida y que el protagonista ha dejado.

Ya las crónicas de la época sirvieron de cultivo para la arbitrariedad con la que la posteridad le trató. Éste es el segundo apartado al que se dedica Galster. La extensión de esta otra investigación se refleja en que no sólo ha repasado las obras literarias y dramatúrgicas. También ha diferenciado claramente el trato que por un lado le dieron las denominadas «dos Españas», la republicana y la franquista, y por otro, menciona a los vascos que salieron en defensa de su compatriota.

El cine a su vez dio dos caras bien diferentes a Aguirre: Werner Herzog eligió al actor Klaus Kinski para personificar a «Aguirre o la cólera de Dios», mientras que este papel lo interpreta Omero Antoniutti en «El Dorado« de Carlos Saura. Galster es severa y dura, pero justa en sus críticas, dejando en evidencia que obra en pro de la objetividad científica.