El vicepresidente del Gobierno navarro y secretario general del PSN, Roberto Jiménez, lanzó ayer una dura andanada contra su socio en el Ejecutivo, UPN, al señalar en el Parlamento que Nafarroa se encuentra en una situación económica que calificó de «dramática» y destacar que «el Gobierno lleva años presupuestando a la baja capítulos que sabe que tendrá que pagar tarde o temprano».

Las palabras de Jiménez sorprendieron tanto por su contundencia -llegó a decir que Nafarroa «está en la UCI y no tiene dinero para pagar los compromisos adquiridos este año»- como por el hecho de que se produjeran justo después de la sesión de Gobierno, en la que el dirigente del PSN se vio por primera vez cara a cara con la presidenta Yolanda Barcina después de la decisión de concurrir en coalición con el PP a las elecciones al Parlamento español que ha provocado una crisis en el Ejecutivo de coalición UPN-PSN. Álvaro Miranda, vicepresidente económico y supuesto responsable de la gestión económica que habría llevado a Nafarroa a la actual situación, también estaba en esa reunión.

De hecho, mientras Jiménez comparecía en el Parlamento, el portavoz del Gobierno navarro, Juan Luis Sánchez de Muniáin (UPN), daba una rueda de prensa en el Palacio de Nafarroa para destacar que el Ejecutivo «trabaja centrado en los asuntos y no se distrae con otras cuestiones como son el preacuerdo de pacto de UPN y PP para las próximas elecciones generales».

Jiménez, mientras, afirmaba: «No somos del estilo de Cospedal, con detectives a la búsqueda de facturas sin pagar. No estamos buscando los trapos sucios del anterior Gobierno ni digo que los haya. Pero tampoco nos hemos caído de un guindo. No estoy hablando de Grecia, que en octubre ya no podrá pagar los salarios públicos. Les estoy hablando de esta Navarra foral que tantas veces hemos visto descrita como pionera, punta de lanza y primer puesto en el ranking del autobombo, cuyo gobierno lleva años presupuestando a la baja capítulos que sabe que tendrá que pagar tarde o temprana», destacó.

El líder del PSN cifró en 600 millones de euros el déficit de las arcas navarras, y afirmó en una acusación de calado que «sólo ahora, tras la entrada del PSN al Gobierno de Navarra, se ha reconocido de forma oficial».

Junto a ello, Jiménez, que es también consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior, avanzó que su departamento recortará 359 millones, «lo que supondrá un esfuerzo titánico», mayoritariamente de los fondos que se destinan a los ayuntamientos, «que van a ser los paganos de que el agujero fuese más grande de lo que se decía que era».

Todo el arco parlamentario, desde UPN hasta Bildu pasando por NaBai, I-E y el PP, recordaron a Jiménez su corresponsabilidad en la gestión durante la pasada legislatura, ya que el PSN firmó con UPN un acuerdo presupuestario y apoyó las cuentas del Gobierno de Miguel Sanz.

En cualquier caso, Javier Caballero, portavoz de UPN, destacó que su formación sigue apoyando el pacto de legislatura con el PSN, aunque quiso marcar terreno subrayando que «UPN obtuvo el refrendo de los ciudadanos, por lo que continuará en la misma dirección». Caballero sacó pecho manifestando que UPN tiene 19 parlamentarios mientras que el PSN únicamente dispone de nueve.

Patxi Zabaleta (NaBai) insistió en que el PSN es corresponsable de la situación financiera que vive Nafarroa por su apoyo a UPN en la anterior legislatura. «El PSN debe asumir su responsabilidad no sólo en la creación de esta deuda, sino también en la ocultación de la misma», añadió, recordando medidas como los «peajes en la sombra», que incrementan la deuda pública.

Bittor Rubio (Bildu) recordó que los responsables de la situación financiera de Nafarroa son «quienes han permitido la política fiscal que se ha llevado a cabo» en el herrialde y añadió que «estando en la UCI el único bisturí que han empleado ha sido el de los recortes».

Txema Mauleón (I-E) también criticó la política de recortes impulsada por UPN y PSN en áreas de carácter social como educación, sanidad o cooperación al desarrollo.

La actuación de la Policía Foral en el chupinazo de Leitza -presentando una denuncia por «enaltecimiento del terrorismo» por la que tuvieron que declarar en la Audiencia Nacional española el alcalde, Oier Eizmendi, y dos vecinas de la localidad- mostró que la polémica entre UPN y PSN no deja de ser un ejercicio de esgrima de salón. Ambos cerraron filas en el caso. Jiménez, con el aplauso de Caballero, aseguró que «habrá `tolerancia cero' con el enaltecimiento del terrorismo». NaBai y Bildu criticaron la utilización política de la Policía Foral.

Pese a la deuda, Jiménez ve con buenos ojos invertir 80 millones de euros en la construcción de la Ciudad de la Seguridad, así como gastar 1,3 mill- ones de euros en organizar la salida de la Vuelta Ciclista a España en 2012. «Esa cantidad se paga a plazos y revierte a la comunidad», dijo.