Apelan a la sociedad vasca para dar un giro a la política penitenciaria
Tras la adhesión de personalidades de las artes escénicas, agentes sociales, sindicatos y partidos políticos se sumaron ayer a la manifestación que el sábado recorrerá Donostia por la repatriación de los presos y presas vascas. Apelan a la suma de fuerzas, «fundamental» para poner fin a la actual política carcelaria de los estados francés y español, y esperan que la sociedad vasca se convierta en protagonista para lograr un nuevo escenario sin vulneración de derechos.
Oihane LARRETXEA | DONOSTIA
Agentes sociales, sindicatos y partidos políticos expresaron ayer su adhesión a la manifestación convocada por la iniciativa Egin Dezagun Bidea y que el sábado partirá desde el túnel del Antiguo de Donostia -a las 17.30- para exigir la repatriación de las presas y presos políticos vascos, y el respeto de todos sus derechos. Esta adhesión se suma a la ya realizada previamente por numerosas personalidades de las artes escénicas.
Representantes de la izquierda abertzale, Aralar, EA, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna, junto con los de los sindicatos LAB, Hiru, EHNE, ESK y STEE-EILAS confirmaron su asistencia a la marcha. En cuanto a los agentes sociales, acudirán Bilgune Feminista, Lokarri, EHE, Ikasle Abertzaleak, Iratzarri, Gazte Abertzaleak, Gazte Independentistak, Bai Euskal Herriari, Euskal Herriak Bere Eskola, Askapena y Ezker Abertzale Historikoa.
Todos ellos mostraron de manera conjunta su «preocupación» por la actual situación que los represaliados vascos sufren en las cárceles españolas y francesas. Con esta comparecencia pública, reafirmaron su compromiso para que los derechos sean respetados «sin más demora y la política penitenciaria supere los parámetros represivos».
Por su parte, el movimiento por los derechos civiles Eleak, que también llama a acudir el sábado a Donostia, resaltó que la situación de los presos políticos vascos no se ha modificado un ápice pese a que Euskal Herria está inmersa en un nuevo ciclo. «Continúan sometidos a una constante negación de derechos amparada en la venganza que, a menudo, también afecta a sus propios familiares», destacaron mediante una nota.
La amplia representación de ayer resultó ser un claro ejemplo de la «suma de fuerzas» a la que apelaron, extremo que consideran «fundamental» para terminar con una política carcelaria que «se sitúa en parámetros diametralmente opuestos» al nuevo escenario, como también indicó Eleak.
La más dura de Europa
Pidieron, a su vez, que desaparezcan las situaciones extremas que se viven en las prisiones, en las que los más de 700 presos vascos sufren la legislación penitenciaria más dura de Europa.
La dispersión, recordaron, continúa provocando accidentes, algunos mortales, y cientos de familiares y allegados recorren cada fin de semana miles de kilómetros, exponiéndose a los peligros que conlleva la carretera.
No pasaron por alto la situación de los presos y presas que padecen graves enfermedades, quienes deberían quedar en libertad de forma inmediata. La legislación también contempla otras inhumanas situaciones, como el aislamiento, el mittard, la soledad, todos ellos «métodos de castigo».
En un momento en el que el Tribunal Constitucional español está estudiando varios recursos interpuestos por prisioneros a los que les fue aplicada la doctrina Parot -en la actualidad afecta a 71 represaliados, que han visto alargada su condena pese a haber cumplido la pena impuesta en su día-, exigieron que termine «la aplicación de cadenas perpetuas encubiertas». Obedeciendo a la demanda de la mayoría de la sociedad vasca, dijeron «bien claro» que la doctrina 197/2006 «no tiene cabida alguna ni en el presente ni en el futuro de éste país».
Para poner fin a estas continuas vulneraciones de derechos fundamentales «e ir construyendo entre todos y todas una nueva fase cuya clave principal será el respeto de todos los derechos», llamaron a movilizarse.
Pretenden que este sábado la sociedad vasca se convierta en protagonista y lograr cambiar entre todos la política penitenciaria, unas medidas que, a su juicio, deben de dejar de ser «un obstáculo en el proceso democrático para situarse como ámbito que impulse y alimente una nueva etapa para la construcción de la paz y de soluciones democráticas».
Las movilizaciones en defensa de los derechos de los presos políticos vascos continúan en Euskal Herria. El martes se concentraron 120 personas en la plaza del Arriaga, en Bilbo; el lunes, 11 lo hicieron en Añorga.