El Athletic nunca ha perdido en Bratislava. Y es que nunca ha jugado allí. Sí que lo hizo, hace justo ayer cinco años, el meta Gorka Iraizoz. Fue con el Espanyol de Javier Clemente, con el que alcanzó el subcampeonato de la UEFA. El arranque de aquella histórica hazaña de los pericos fue, precisamente, en la capital eslovaca, aunque no contra el Slovan, sino ante el Artmedia. Al menos, el navarro no perdió; el partido acabó en empate.

Lo que el Athletic busca esta tarde ante espectadores que se den cita en la `caldera' del Pasienky Stadium es la victoria. Y no sólo porque eso afianzaría desde el inicio sus aspiraciones de pasar a dieciseisavos de final de la Europa League, sino porque se antoja el mejor bálsamo después de dos decepcionantes resultados en la competición doméstica.

Pocos dudan de que por plantilla y potencial, los de San Mamés son superiores a un Slovan que lleva tres partidos sin ganar en su campeonato, pero que nadie olvide que acaba de dejar en la cuneta a la Roma de los Totti y Bojan. Lo que más preocupa no es un rival cuya principal cualidad es el derroche físico clásico del fútbol de estas latitudes, sino las dudas que genera el nuevo estilo que Marcelo Bielsa trata de imprimir al equipo. Un patrón que sería más llevadero si de una vez por todas los goles entraran y se minimizaran atrás los clásicos errores defensivos del Athletic que tan a menudo le cuestan demasiado caro.

Gurpegi: «Quitarnos el lastre»

Ayer, la expedición bilbaina arribó a la capital eslovaca por la mañana, para entrenarse durante una hora sobre el césped del pequeño y viejo estadio del Bratislava. Antes, el propio técnico argentino y el primer capitán Carlos Gurpegi manifestaron sus impresiones cara al partido de hoy. De principio, el rosarino no quiso dar pistas sobre el once que saltará al campo, y se limitó a decir que cuenta con sustitutos de garantías para San José y Herrera.

Cualquier aficionado sería capaz de dibujar sobre la pizarra a ese equipo titular posible, incluyendo a Ekiza en el centro de la zaga, devolviendo a Iraola el lateral izquierdo y situando a Gurpegi de pivote, y quién sabe si adelantando a Javi Martínez. Pero ayer, el mister, por sorpresa, dejó entrever durante unos minutos en el entrenamiento -la prensa sólo pudo estar presente el primer cuarto de hora- el posible bloque titular, donde incrustaría al de Aiegi en el centro de la zaga junto a Amorebieta, incluiría a Iraola y De Marcos en las bandas, a Gurpegi por delante de la defensa, daría a Muniain los galones de Herrera y dispondría en el mismo once a Gabilondo y Susaeta, flanqueando a Llorente por esas bandas que tanto quiere dominar. Pero acertar los pensamientos del argentino se antoja una quiniela de pleno al 15.

En lo que sí insistió el entrenador rojiblanco es en su ideario de que «no hay partido que no lo espere con la necesidad de aspirar a la victoria», pero, añadió, «cuando se llevan tres partidos sin ganar, aumenta la necesidad». No obstante, advirtió de que «si hubiéramos ganado los partidos previos, tampoco sentiría menos presión por ganar».

Por su parte, el capitán Carlos Gurpegi reconoció que «venimos con la ilusión de hacerlo bien, de ganar un partido que necesitamos para reafirmarnos en lo que estamos haciendo y a nivel sicológico para quitarnos el lastre de los tres partidos de competición». Y es que, asumió el navarro, «una victoria facilitaría las cosas».

El Slovan, a aprovechar errores

El vetusto Pasienky no se lo pondrá fácil, ni siquiera la lluvia si es que se repite como ayer, y menos aún el equipo del veterano Vladimir Weiss, quien desveló sus intenciones de cara al partido de hoy, que no son otras que aprovechar los errores que el Athletic pueda cometer en su previsible juego.

Alguno de sus jugadores incluso esta semana ha reconocido en esa misma línea que el Slovan saldrá a contener a los rojiblancos, en plan reservón, y a sacar provecho de cualquier despiste, máxime cuando el propio preparador eslovaco observó en directo el último partido en Cornellá-El Prat.