Barroso confirma que prepara una propuesta para emitir eurobonos
La Comisión Europea presentará «pronto» un proyecto para emitir eurobonos, si bien su presidente, José Manuel Durao Barroso, ya advierte que la emisión de deuda conjunta de la eurozona no sera la «panacea». Para empezar, el Gobierno alemán reiteró su tajante negativa por boca de su ministro de Economía. En su discurso ante la Eurocámara, Durao Barroso demandó además a los estados que ratifiquen cuanto antes el acuerdo suscrito el pasado 21 de julio.
GARA | ESTRASBURGO
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció ayer en un discurso ante el pleno de la Eurocámara su intención de presentar «pronto» propuestas para crear los eurobonos. No obstante, advirtió que la emisión de deuda respaldada por todos los países de la eurozona no constituye una «solución inmediata» a la crisis porque «llevará tiempo» ponerla en marcha.
La prioridad ahora, sostuvo, es que Grecia cumpla el plan de ajuste al que se ha comprometido y que el resto de estados ratifique cuanto antes el acuerdo de la cumbre del Eurogrupo del 21 de julio para flexibilizar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros, de forma que éste pueda comprar bonos en los mercados secundarios.
«La Comisión presentará pronto opciones para la introducción de eurobonos. Algunas de estas opciones pueden aplicarse según el actual Tratado, otras requerirían un cambio de Tratado», explicó el presidente del Ejecutivo comunitario.
«Pero debemos ser honestos. Ello no traerá una solución inmediata para todos los problemas a los que nos enfrentamos. No confundamos estos proyectos de mayor integración con las necesidades inmediatas. Las ideas que requieren importantes cambios en el Tratado no pueden sustituir a que Grecia haga su trabajo o a que los países de la eurozona refuercen su vigilancia fiscal», apostilló.
Pérdida de soberanía
En una intervención posterior, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, puntualizó que la emisión de eurobonos «deberá ir acompañada de una vigilancia fiscal sustancialmente reforzada y mayor coordinación económica como contrapartidas esenciales para evitar el riesgo moral y garantizar finanzas públicas sostenibles».
«Ello tendrá consecuencias para la soberanía fiscal de los estados miembros, lo que exige un debate sustantivo entre los países de la eurozona para ver si están dispuestos a aceptarlo», remarcó.
La introducción de los eurobonos ha sido reclamada por algunos economistas y ex líderes europeos como una respuesta frente la crisis de deuda. Pero Alemania se ha opuesto hasta ahora alegando que restará incentivos a los países con problemas para llevar a cabo los ajustes y que aumentará sus costes de financiación.
El vicecanciller y ministro de Economía germano, Philipp Rösler, se reafirmó ayer en esta postura. «Digo expresamente `no' a los eurobonos y esta es la posición del Gobierno federal alemán», sentenció Rösler, echando por tierra los rumores que apuntaban a la posibilidad de que la canciller Angela Merkel apoye la creación de una Agencia Europea de Deuda en la cumbre de líderes europeos de octubre.
Acabar con la cacofonía
En su intervención ante el Parlamento de Estrasburgo, Durao Barroso criticó «la cacofonía de críticas, contra-críticas, balas mágicas y panaceas milagrosas» que se plantean un día tras otro, y culpó a esta forma de actuar de la poca confianza que genera la eurozona en los mercados y la opinión pública.
«Lo que necesitamos ahora es que Grecia aplique plenamente su programa de reformas, que se adopte el paquete de seis medidas -para reforzar las sanciones contra los países con déficit excesivo- y que los estados miembros ratifiquen el acuerdo del 21 de julio. Sólo así podemos recuperar la confianza del mercado y la opinión pública», insistió Durao Barroso.
«Los obstáculos planteados por algunos para aplicar estas decisiones cruciales ya en los días y semanas posteriores a la reunión han exacerbado los acontecimientos extraordinarios en los mercados de bonos soberanos en agosto», denunció en referencia a Finlandia.
En opinión del presidente de la Comisión Europea, estos retrasos han hecho que los inversores consideren que «la eurozona es incapaz de responder de forma eficaz a su propia crisis porque tarda demasiado en aplicar sus decisiones».
«Hemos de admitir que a veces hay un auténtico problema entre la velocidad de los mercados y el tiempo que tardamos en tomar decisiones democráticas», asumió antes de pedir a todos los estados que «respeten sus promesas y ratifiquen el acuerdo del 21 de julio antes de que acabe setiembre».
Para los más reticentes, como podrían ser Holanda o Finlandia, incidió en que apoyar a los países con problemas «también va en su beneficio. Apoyar al euro no es sólo un acto de solidaridad hacia otros. Es un acto de interés propio».
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se mostraron ayer «convencidos» de que el futuro de Grecia está en la zona euro, pero consideraron esencial aplicar de inmediato los acuerdos del pasado mes de julio sobre el segundo rescate a la economía helena.
Tras mantener una videoconferencia con el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, Sarkozy y Merkel, según fuentes de los gobiernos francés y alemán, subrayaron «la importancia que conlleva la aplicación estricta del programa para enderezar la economía griega, apoyada por los países de la zona euro y el FMI».
En la entrevista entre los tres líderes europeos, Sarkozy y Merkel subrayaron que «más que nunca es indispensable aplicar las decisiones adoptadas» en julio para «asegurar la estabilidad de la zona euro».
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, aseguró que «el éxito de Grecia reforzará la estabilidad de la eurozona».
Papandreu, por su parte, trasladó a sus socios comunitarios la «determinación absoluta» de su Gobierno de llevar a cabo todas las medidas necesarias para aplicar «el conjunto de los compromisos suscritos». El cumplimiento de esas medidas condiciona el desembolso de futuros tramos del programa del segundo rescate acordado por la eurozona el pasado 21 de julio para ayudar a Grecia a eludir la bancarrota.
Según un portavoz del Gobierno, Papandréu pidió también a Merkel y Sarkozy que aceleren las ayudas a Atenas y reduzcan las declaraciones críticas que puedan causar pánico en los mercados. GARA
El Ministerio de Finanzas griego explicó ayer que su nuevo impuesto inmobiliario se cobrará durante dos años y gravará entre 3 y 16 euros cada metro cuadrado, dependiendo el valor de la propiedad. Los parados abonarán 0,50 euros por metro cuadrado y si no lo hacen les cortarán la electricidad. Los discapacitados tampoco quedarán exentos.
La agencia de calificación crediticia Moody's rebajó en un escalón la calificación de los bancos franceses Société Générale y Crédit Agricole por su exposición a la economía griega. Moody's mantuvo la calificación de BNP Paribas, pero dejó abierta la posibilidad para una futura revisión a la baja.
La Cámara de los Diputados de Italia aprobó ayer definitivamente, con 314 votos a favor y 300 en contra, el plan de ajuste presentado por el Ejecutivo que preside Silvio Berlusconi y que asciende a 54.000 millones de euros. En el exterior, la Policía cargó contra cientos de manifestantes que protestaban contra este proyecto.
El presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, acusó a la eurozona de no ser un actor responsable en la economía mundial al «jurar lealtad a una unión monetaria sin afrontar una unión fiscal que haría practicable» dicha unión monetaria.