Juanjo Basterra | Periodista
Del Banco Público Vasco a Kutxa Bank pasando por el PNV
Bildu ha jugado una baza importante y de compromiso en torno a Kutxa Bank, ya que ocupa los cargos de responsabilidad del Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de Gipuzkoa, entidades fundadoras de Kutxa. Del Contrato de Integración de junio firmado por las tres cajas al de setiembre, negociado con Bildu, hay diferencias a mejor, que nadie piense lo contrario. Es cierto que habría sido mejor una fusión de las tres cajas, pero el camino tomado por los presidentes de las cajas lo impidió.
Me parece despreciable la actitud de Iñigo Urkullu (PNV), Markel Olano (PNV) e Iñaki Arriola (PSE), entre otros, tratando de restar valor a los cambios y, en algunos casos, acusando a la izquierda abertzale de haber impedido la fusión de las cajas en ocasiones precedentes.
En 1996 fracasó el Banco Público Vasco que impulsó el Gobierno de Gasteiz. Las cajas estaban presididas por miembros del PNV, pero el reparto de la tarta no convenció, sobre todo, en la Gran Vía de Bilbo.
En 2005 se hace un nuevo intento. Esta vez es para la fusión. Se ficha a Xabier Irala, que procedía de la presidencia de Iberia. Las cajas ya no estaban presididas todas por el PNV, pero hubo sintonía en el diseño técnico. Sin embargo, el PP y el PSE presionaron, incluso al presidente de Vital (Gregorio Rojo, del PSE), y el PNV, como en alguna ocasión reprochó Irala (presidente de BBK y miembro del PNV), no fue capaz de sacar del cajón de un despacho de la sede del Gobierno de Gasteiz el proyecto de Ley de Cajas Vascas, que estaba configurado y redactado por los tres presidentes de las cajas. No lo hizo porque sabía que en Vital no contaba con el respaldo y que si iba con el proyecto al Parlamento tendría que negociar con la izquierda abertzale.
El siguiente intento fue a dos. BBK y Kutxa. Entonces el PNV cogió el mando y negoció con CCOO -como han hecho ahora bajo la base de 2008- y no alcanzaron el acuerdo por el rechazo del PSE y de la izquierda abertzale. En este caso, el PNV no aceptó el marco vasco de relaciones laborales, y sigue sin aceptarlo, aunque los presidentes han firmado esta pasada semana que dejarán que los trabajadores decidan ese futuro. ¡Que cumplan lo firmado!