La llegada de Vera Janin y Sanz Barea a la Consejería de Salud y a la Gerencia de Osasunbidea, respectivamente, tiene su punto de novedad en cuanto que son personas ajenas al ámbito sanitario, pero está dejando claro que en cuanto a las prácticas se mantienen las más prepotentes de la legislatura anterior.

Ello resulta muy evidente con el anuncio en prensa de medidas referentes a personal antes de que diera esa información a la parte social. Es significativo que esta práctica se esté empleando con el controvertido problema de las «peonadas» u horas extras encubiertas del personal de Osasun- bidea, sobre todo del facultativo.

El pasado 3 de septiembre anunciaban pomposamente en los medios de comunicación; «salud renuncia a las peonadas como instrumento para frenar las listas de espera», y el 16 del mismo mes nos vuelven a repetir la noticia, pero ya confirmando que se ha dado la orden al respecto.

De ser cierto que se va a llevar a cabo la medida, se estarían dando pasos positivos, en el sentido de que LAB siempre ha denunciado esta práctica, tanto por su dudosa efectividad como por su opacidad: por un lado, se ha demostrado que no ha servido para la solución definitiva de la reducción de las listas de espera, y por otro, durante estos años no hemos obtenido datos nominales sobre quién y por qué realizaba las peonadas.

Si se ha visto su ineficacia ¿por qué no se ha restringido antes esta práctica? Aún suponiendo que fuese necesaria y estuviese justificada ¿por qué no se daba información de forma transparente? De todas formas, que quede claro que LAB siempre ha reivindicado la cobertura a turnos de absolutamente todo el personal para atender toda la demanda asistencial, tanto para que tenga unas buenas condiciones laborales (evitar el exceso de horas anuales), como para que se garantice una buena asistencia al paciente.

Además, consideramos que la falta de médicos es una falsa excusa, ya que si se les oferta buenos contratos y condiciones laborales (los contratos basura se realizan desde el nivel E al A), no faltaran quienes acepten trabajar en Osasunbidea, aún más en un mundo «globalizado» como el que vivimos.

Con una plantilla dimensionada y estable, a la que se le apliquen las medidas pertinentes para que llegue a sus objetivos asistenciales durante las jornadas laborales regladas, no serían necesarias ni las peonadas, ni los turnos de guardia (en los cuales se han llegado a realizar hasta 3.000 ó 4.000 horas anuales) y sin tener que desviar la actividad asistencial a las clínicas privadas.

Mucho nos tememos que, aunque se ejecute la eliminación de las peonadas y se busquen nuevas fórmulas para eliminar las listas de espera, y no dudamos que la inmensa mayoría de los facultativos colaboraría gustosa en ello, la salida que se pretenda dar para reducción de las listas de espera volverá a ser objeto de lucro para algunos.

No sabemos interpretar de otra forma los «incentivos» que propone aplicar desde la Gerencia de Osasunbidea. ¿No viene aplicándose una carrera profesional al personal facultativo desde 1999 y al de enfermería desde 2007, mediante la cual se aumenta las retribuciones de ese personal precisamente por cumplimiento de una serie de objetivos ? ¿No es ese un «incentivo» suficiente?

Esperaremos a que la Gerencia exponga en el foro que corresponde, la Mesa Sectorial de Sanidad o la Mesa General de Negociación Colectiva de las Administraciones Públicas, su propuesta de «Pactos de Gestión» para solucionar el problema.

Es en esos ámbitos donde se debe debatir la cuestión si de verdad se busca una solución consensuada y el garantizar transparencia en la aplicación de la misma y no a traves de globos sonda en los medios de comunicación que sólo buscan desviar la atención de los recortes asistenciales y las reducciones de plantilla.