ZIENTZIA
El calentamiento global recortará mucho el litoral vasco
Las cifras no son esperanzadoras, pero es el ser humano quien ha contribuido a ello. Según un estudio liderado por AZTI-Tecnalia, para finales de este siglo el nivel del mar crecerá hasta 49 centímetros en la costa vasca, provocando una importante pérdida de litoral. Además, algunas playas de Gipuzkoa verán reducida su anchura hasta un 40%.
Oihane LARRETXEA
No nos percatamos porque es casi imposible apreciarlo, pero poco a poco el mar está ganando terreno a la tierra y, en consecuencia, está más cerca de las zonas edificadas, con los riesgos que ello supone, sobre todo para los pueblos costeros. «Si no llevamos a cabo ninguna acción, puede tener consecuencias severas, como inundaciones, e incluso habrá lugares donde posiblemente ya no se pueda vivir», advierte Anil Markandya, director científico de Basque Centre of Climate Change (BC3).
Conocer los impactos del cambio climático en la costa vasca, entre Bizkaia y Lapurdi, ha sido el principal objetivo del estudio liderado por AZTI-Tecnalia, que ha contado con la colaboración de investigadores de la UPV-EHU, Tecnalia Research & Innovation e Imedea. La investigación ha sido recientemente publicada por la prestigiosa revista «Climate Research», referencia internacional en materia de climática.
A grandes rasgos, el informe determina un paulatino aumento de la temperatura media del aire y del agua del mar, así como una intensificación de los episodios fuertes de precipitaciones -hasta un 10% más- y las olas de calor.
Uno de los datos más alarmantes es que el ascenso del nivel medio del mar se está acelerando, y que desde 1993 es de tres milímetros al año. No obstante, las proyecciones globales indican que a finales del siglo XXI en el Golfo de Bizkaia el aumento será de entre 29 y 49 centímetros. Pero antes de nada resulta necesario formular una pregunta: «¿Por qué asciende el nivel del mar?.
El aumento global del agua y, por lo tanto, del nivel del mar, se debe a dos factores: el primero, a la expansión del agua al calentarse, y el segundo, al deshielo de los glaciares. Según explica la oceanógrafa de AZTI-Tecnalia Ainhoa Caballero, se prevé que la contribución en la expansión térmica al crecimiento del nivel del mar comprenderá entre un 7o% y un 75% del incremento total. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento de CO2 en la atmósfera y produce el consiguiente aumento en la temperatura. Además no hay vuelta de hoja porque, debido al poder calorífico del agua, se ha estimado que si hoy se detuvieran todas las emisiones de gases de efecto invernadero el ascenso del mar seguiría subiendo aún durante cientos de años.
Estuarios y humedales
Investigadores de AZTI-Tecnalia, en colaboración con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, han estudiado las evidencias del cambio climático en el litoral vasco y sus estuarios. Los datos históricos que ofrecen mareógrafos como el de Santander desvelan que el nivel medio del mar ascendió 2,1 mm./año en el período de 1943-2004, mientras que durante el mismo periodo el incremento a nivel global fue inferior, de 1,8 mm. De todas maneras, en terrenos suficientemente llanos este ascenso supone un crecimiento de diez centímetros en cincuenta años.
Por medio de análisis de fotografía aérea de 1954 y recientes, concretamente de 2004, se han investigado estos impactos en el litoral guipuzcoano. El análisis ha desvelado evidencias de un retroceso de playas y marismas de tres hectáreas en la costa de Gipuzkoa debidas al ascenso del mar, mientras que las transformaciones de origen humano ascienden a 110 Ha. Las principales zonas afectadas se concentran en los estuarios, con 55 zonas afectadas de humedales, marismas y hábitats terrestres. Aquí ponen el acento en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, dado que se encuentra bajo la influencia de grandes estuarios. El estuario del Oka constituye su eje central con un 70% de superficie intermareal, lo que indica una baja influencia del ser humano en comparación a la sufrida por otros estuarios del litoral vasco.
Otro de los grandes núcleos que se verán alterados son los relativos al suelo edificado, ámbito en que afectará a 34 Ha.
Asimismo, y a medida que suba el nivel del mar, las marismas y praderas marinas llevarán a cabo una migración natural hacia el interior. «Un ascenso del nivel medio del mar produce una traslación en paralelo del arenal, es decir, que la playa se situaría más atrás pero más arriba», explica Pedro Liria, ingeniero de AZTI-Tecnalia. El retroceso medio estimado de las playas vascas oscila entre los 15 y 30 metros, dependiendo de su exposición al oleaje, de las características del sedimento o de la configuración de los contornos. «Las playas que se verían más afectadas -añade- son aquellas que no pueden evolucionar libremente su retroceso por la presencia de algún contorno rígido».
La playa de Zarautz, con sus dos kilómetros de longitud, es la más extensa de Euskal Herria y una de las más largas del Cantábrico. En la actualidad, y durante la pleamar, el oleaje llega hasta el paseo marítimo. «Aunque no se produjera un cambio sustancial en la forma media de la playa, ante un ascenso del nivel del agua de 50 cm., tal y como se predice, estos fenómenos de inundación del paseo sería cada vez más habitual», advierte Liria.
Por otra parte, los ecosistemas de aguas pelágicas y costeras se verán afectados por el calentamiento de los océanos, de hasta 2 Cº en los primeros cien metros de profundidad, y por las variaciones en el caudal de los ríos de la cuenca del golfo. Este extremo supondrá modificaciones en la biodiversidad marina, y en consecuencia, afectará a la pesca.
Con los datos en la mano, los expertos que han participado en el proyecto coinciden en las actuaciones a llevar a cabo antes de que sea tarde: «Debemos, efectivamente, proponer medidas de mitigación del cambio climático que deben ser adoptadas a escala global, pero también debemos adoptar medidas que tienen que ver con la gestión a escala local y regional», propone Markandya.
La costa vasca está dominada por acantilados y plataformas, intercalados por playas arenosas y estuarios. Dada su orientación hacia el norte y noroeste y el régimen hidrodinámico predominante en la zona, se halla muy expuesta al fuerte oleaje. La zona litoral está sujeta a mareas semidiurnas, con dos pleamares y bajamares diarias.
En la franja litoral de Gipuzkoa y Bizkaia, que representa un 12% de su área total, se asienta un 60% de la población y un 33% de las actividades industriales, encontrándose por lo tanto bajo una presión urbanística considerable. Si se midiera la costa guipuzcoana con un metro, ésta tendría una longitud de 198 km. en bajamar, cifra que ascendería hasta 281 km. en pleamar, dada la forma más fractal de los estuarios.
Para realizar el estudio, y estimar los posibles impactos del ascenso del nivel del mar en la costa comprendida entre Bizkaia y Lapurdi se han utilizado datos topográficos de alta precisión, como los proporcionados por el llamado Lidar topográfico, ya que el objetivo, según Guillem Chust, ecólogo de AZTI-Tecnalia, «era estudiar los escenarios del cambio climático en la costa vasca en el siglo XXI, más allá del estudio del siglo XX».
Se trata de un sensor aerotransportado, que emite un pulso láser infrarrojo para la medición altimétrica del suelo terrestre. También cuenta con un láser para la medición altimétrica del suelo sumergido.
En esta segunda zona, en la sumergida, el sistema ha sido capaz de penetrar la columna de agua para medir el fondo marino a profundidades de hasta 21 metros. El Lidar ha permitido cubrir la información altimétrica ciega no medida por las tecnologías y medios actuales, como la topografía de campo y la batimetría mediante sondas acústicas transportadas en barco. Esto supone un gran avance, porque la aplicación de los datos obtenidos a través del láser Lidar para la generación de mapas de riesgo de inundación de alta precisión no se ha realizado en ningún tramo de la costa peninsular. O.L.