Cinco puntos de doce posibles no se puede considerar una buena media, pero si tenemos en cuenta que tres de los cuatro rivales a los que hasta ahora se ha medido Osasuna están llamados a vivir en la parte alta de la tabla -Barcelona, Atlético y Sevilla-, el bagaje se puede considerar bastante positivo.

Quitando la goleada encajada en el Camp Nou, los de Mendilibar han dejado buenas sensaciones ante oponentes que se suponen de mayor nivel, frente a los que no han perdido ni encajado gol. A ello hay que sumar que la escuadra navarra ha respondido cuando le ha tocado batirse a un oponente de su misma liga -Sporting-, aunque también hay que dejar constancia de que la línea es de momento bastante irregular, propia de cualquier inicio competitivo.

Un análisis del díficil comienzo liguero rojillo en el que coincide Kike Sola, quien regresó a la titularidad frente al Sevilla, si bien su participación fue bastante exigua. «El balance es positivo hasta ahora, por lo que debemos seguir en esta línea, sin volvernos locos», apuntó.

El cascantino, pieza fundamental con sus goles en la salvación de la temporada pasada, todavía no ha mojado en la presente. «A un delantero hay que exigirle goles, pero también es verdad que el míster me pide otro tipo de labor, como que rompa a banda o que apriete al central, y eso me dice que lo estoy haciendo bien», valoró el atacante rojillo.

Sola, que admitió estar en fuera de juego en el lance en el que perforó la portería de Varas, consideró que el empate frente a los hispalenses se puede considerar un resultado «justo» porque «ellos también dispusieron de buenas ocasiones e incluso Andrés (Fernández) tuvo que realizar un paradón a bocajarro ante Manu del Moral».

Dupla con Nino

De momento, el ariete navarro está gozando de la confianza de Mendilibar, quien lo recuperó para el once después de chupar banquillo en el feudo blaugrana. «No voy a negar que me hacía ilusión jugar en el Camp Nou, pero el míster siempre busca lo mejor para el equipo, es el que manda y hay que callar. Trabajo a tope para estar en el once porque Mendilibar exige mucho al jugador cada semana», explicó.

El futbolista ribero está compartiendo ataque con Nino, una dupla inédita, pero en la que se siente muy cómodo. «Creo que somos complementarios porque yo disputo más los balones aéreos y caigo a banda, mientras que él se encarga más de guardar la zona», explicó.

En cuanto al compromiso de este próximo domingo frente a un rival directo, el Granada, el delantero avisó de que será un partido «complicado» en el que el contrario «nos apretará», pero Osasuna «está jugando muy bien fuera de casa y tenemos opciones de ganar».