Internacional
Entre el cielo y el infierno
La leyenda de Messi se hace más alargada, mientras históricos equipos europeos maltratan la suya.
Joseba VIVANCO
En homenaje al Pelusa Maradona -quien, por cierto, ha perdido en su debut oficial como entrenador del Al Wasl, de los Emiratos Árabes Unidos-, la Asociación del Fútbol Argentino decidió en su día dejar de estampar el `10' en la camiseta de las selección absoluta, ése que porta el jugador que juega para el público, que deleita, el enganche, el trequartista como le dicen en Italia. Un gesto que ya hicieron en su día otros equipos, léase el Milan, con el `6' de Franco Baresi o el `3' de Paolo Maldini, o el `12' que clubes como Fenerbahce, Lens, Feyenoord, Portsmouth, Norwich City, Malmoe o Zenit retiraron en homenaje a sus fieles seguidores.
Fue el Matador Kempes -campeón mundial con los mismos dígitos a la espalda- quien, tras ser reservado de por vida ese número en la albiceleste, sostuvo -escéptico con la decisión- que «es el número que usan los mejores jugadores del mundo y creo que Argentina, algún día, tendrá otro jugador parecido a Diego. Una Argentina sin el 10 dentro de una cancha sería una cosa chocante». Y esa camiseta tiene dueño desde hace tiempo y este fin de semana lo volvió a ratificar. Un hat-trick -sus colegas sudamericanos el Tigre Falcao, en el Atlético, y Matador Cavani, con el lanzado Napoli, le imitaron- y dos balones al palo lo volvieron a encumbrar.
Es Leonel Messi, que suma ya, a sus 24 años, nueve tripletes y un total de 189 tantos con la camiseta blaugrana, a sólo nueve del gran Ladislao Kubala, el segundo máximo anotador de la historia del club, y aún muy lejos del primero, César Rodríguez, que marcó 235. Por cierto, está a dos goles de Kempes para ser el argentino más goleador en la Liga española. Un Messi que, no obstante, lo tendrá muy complicado esta temporada para alzarse con la Bota de Oro.
Quien más puja por el momento es el diablo Wayne Rooney, que suma 9 goles en un Manchester United que lleva 21 tantos en cuatro partidos y eso que ha jugado contra City, Arsenal y Chelsea. Por cierto, marcó Fernando Torres para los blues y eso es noticia, aunque en los programas de zapping pasarán el tanto que marró sólo ante la portería. Sí atinó mejor el Kun Agüero, dos golitos, uno de ellos a los 11 segundos del segundo tiempo; casi como el Sporting de Lisboa, que a los cuatro minutos de partido ya ganaba 0-2. Y este viernes, Oporto-Benfica.
Pero si Messi o Rooney son protagonistas estos días, qué decir del incombustible galés de los diablos rojos. Ryan Giggs marcó la semana pasada en Champions -lo hizo también este martes en la Carling Cup-. No sólo batió la marca establecida la pasada temporada de ser el futbolista más veterano en anotar un gol en esta competición (a sus ahora 37 años), sino que se convirtió en el primer futbolista en sumar goles en 16 temporadas de este torneo. Por cierto, si marca un gol en la Premier de aquí al mes de mayo, habrá anotado en las 20 temporadas que han pasado desde que la competición pasó a llamarse así. Abstinencia de alcohol, chocolate y comida rápida; sesiones de yoga dos veces por semana, y tratamientos habituales de osteopatía y acupuntura, dicen, son su secreto. Y hambre de fútbol.
Marsella e Inter, de mal en peor
En la Liga inglesa sigue mandando el Manchester United -se pronuncia Iunáitid, y no Unái- que golea, es verdad, pero en el que también preocupa que su portero David De Gea haya efectuado 28 paradas en lo que se lleva de temporada, una suma que equivale al 35% de las atajadas que Edwin van der Sar realizara en la totalidad de su última campaña.
Fue un fin de semana british en el que el sorprendente Stoke City -uno de los pocos equipos que siguen jugando el estilo británico- está a un punto de Champions, donde los tres recién ascendidos ganaron y en el que el Arsenal de Arteta se quedó a un punto del descenso. Y es que no es nada agradable estar al fondo de la clasificación.
Que se lo digan al Hamburgo alemán, único equipo de la Bundesliga que nunca ha descendido, y que acaba de despedir a su técnico tras 13 partidos seguidos sin ganar si contamos la temporada pasada. Y no anda mucho mejor el vigente campeón, el Borussia Dortmund, con sólo 4 puntos en las últimas cinco jornadas, en un equipo que sólo perdió cinco veces la campaña anterior.
Días contados que pueden tener también otros entrenadores que flirtean con el infierno y alguno se ha quemado. Como el del Inter, que este martes volvió a caer, 3-1 ante el humilde Novara que llevaba 55 años sin pisar la Seria A italiana. Los nerazzurri, con un sólo empate en cuatro partidos, no tenían un comienzo tan negativo desde la 1983-84. Así que ayer fue cesado Gian Piero Gasperini. Si anoche ganaba el Atalanta al Lecce, alcanzaría al Inter en la tabla... pese a haber comenzado la Liga con una sanción de -6 puntos.
Otro que está en el alambre es el técnico del Olympique de Marsella -colista con tres puntos en seis partidos, puesto que no ocupaba desde 2007- del vasco Didier Deschamps, que volvió a perder, esta vez ante el renacido Lyon -sin Lisandro Gómez- de la Pantera Gomis y el brasileño Michel Bastos, al que el navarro Azpilikueta sigue buscándole la matrícula. Por cierto, el Mónaco, que bajó a la Segunda francesa la pasada campaña, vuelve a lidiar actualmente con el descenso.
Históricos en apuros, que nada tienen que ver con el liderato de los Candystripes del Derry City, de la católica Londonderry, de Irlanda del Norte, y que comanda la Liga... de su vecina la República de Irlanda, tras pasarse a ésta en 1985 para evitar incidentes con equipos rivales unionistas como el Lynfield.
Mientras la UEFA Champions League está en sus albores, en el continente negro su Champions acaba de conocer a sus finalistas. Competirán los Sang et Or (Sangre y Oro) del Espérance tunecino, que se cruzarán con el Al Hilal sudanés, mientras que los Elefantes del Pueblo del potente Enyimba nigeriano harán lo propio contra el Wydad de Casablanca, el primer club fundado por los marroquís en los difíciles tiempos en que Marruecos estaba bajo protectorado francés, entre 1912 y 1956. Sobre la elección de su nombre -wydad significa `amor' en árabe-, cuenta la leyenda que en una de las reuniones previas a la creación de la entidad, uno de los miembros fundadores llegó con retraso, porque había ido a ver la última película de la actriz egipcia Um Kalsum, titulada ``Wydad''.
Por cierto, que en las mejores salas de cine de Marruecos se puede disfrutar de la película sobre el, para muchos, mejor jugador de la historia del fútbol marroquí, Larbi Ben Barek. ``Larbi o el destino de un gran futbolista'', es el título del film. Recrea la vida de la Perla Negra marroquí, desde su nacimiento en 1914, pasando por su infancia en el barrio Cuba de Casablanca y su paso por el fútbol europeo -Olympique de Marsella y Atlético Madrid, entre otros-, hasta culminar con su muerte en 1992. Más complicado es el rodaje de un film sobre Samuel Eto´o, del cineasta camerunés Jean-Pierre Bekolo, por la apretada agenda del nuevo delantero del Anzhi daguestaní.
Un fútbol africano que conocemos en Europa por sus excelentes jugadores -55 de ellos disputan la actual Champions europea-, pero que sigue siendo muy ignorado cuando se trata del que se practica en el propio continente. El Mundial sudafricano fue un espaldarazo y quizá por ello, quién sabe, 90.000 personas se dieron cita hace unos días en el Soccer City para asistir al legendario derbi de Soweto entre el líder Kaizer Chiefs y los bucaneros del Orlando Pirates. Por cierto, para simbólico el equipo sudafricano del Amazulu, que representa a la amplia comunidad zulú en las competiciones locales, y cuyo escudo refleja el tradicional escudo de guerra de los zulúes.
No un sudafricano, sino un congoleño, el jugador del Nancy francés, Bakaye Traoré, ha sido ingresado por paludismo, una enfermedad por la que en África un niño muere cada 30 segundos. Cosas que, quizá, quiera empezar a cambiar el delantero del Chelsea Didier Drogba, nombrado recientemente vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Verdad y Reconciliación de su país, Costa de Marfil. J.V.