Raimundo Fitero
Recortes y recortadas
Ayer fue un día para agarrarse a la memoria, porque todos los medios se encargaron de producirnos angustia vital al dedicar tantos y tan morbosos reportajes al advertir de una epidemia que se avecina en el mundo occidental: la enfermedad de Alzheimer. Es una de esas realidades que todos hemos tenido la ocasión de ver de cerca, ya sea en parentesco de primer grado o un poco más abajo en la jerarquía, y que asusta por ser silenciosa, pero imparable. O al menos, nadie nos da señales de una futura manera de combatirla, de prevenirla, de paliar sus efectos. Y con las noticias económicas que nos ahogan y las medias que se están tomando en los recortes presupuestarios, el futuro es bastante sombrío.
La televisión es un volquete de informaciones, contrainformaciones, deformaciones, malformaciones y mensajes cifrados o globos sondas. Entre la prima de riesgo, los toboganes bursátiles, las salidas de campaña electoral de Esperanza Aguirre, y los goles y decisiones arbitrales, se nos dice de manera casi susurrada que los grandes laboratorios están dejando de servir medicinas y productos farmacéuticos a los hospitales griegos debido a que no pagan las facturas desde hace meses. Y se nos dice, como quien no quiere la cosa, que uno de esos laboratorios, que tiene casi la exclusiva en productos para combatir el cáncer y sus efectos, es el primero que ha hecho este corte. Esto es lo que sabemos pero habrá muchas más salvajadas de esta índole.
Si esto es así de cierto, y parece que en Castila-La Mancha en algunas farmacias no dispensan las recetas de la SS, porque ya hicieron una huelga y no les pagan, yo no sé si a los recortes seguirán las recortadas. ¿Dejar morir a tu hijo, a tu padre porque no puedes pagar unos fármacos que hasta hace un mes te los daban gratis porque ya habías pagado tus impuestos y era el compromiso social y político? ¡Qué barbaridad! Iberdrola ha cortado el servicio eléctrico al ayuntamiento de Albacete por falta de pago. Las clases extraescolares están desapareciendo. Son noticias de la decadencia, de la renuncia a un mundo equilibrado. Si tienes dinero puedes luchar contra el cáncer y si no, ve preparando tu epitafio. Me niego.