Feria de San Mateo
Titín no honra al patrón
El de Tricio falló en el día grande y a Olaizola II-Beroiz le bastan 12 tantos mañana para estar en la final.
TITIN-ZUBIETA 17
BERASALUZE-BEGINO 22
Jon ORMAZABAL
La devoción del Adarraga hacia Titín es prácticamente equiparable a la de la ciudad con su patrón San Mateo, que ayer le honró en el día grande de la capital de La Rioja. Con unos rivales virtualmente fuera y el frontón lleno hasta la bandera, todo parecía preparado para que la jornada tuviera un final de fiesta redondo, pero Titín tuvo su día malo en el momento menos oportuno y los planes se chafaron con el triunfo de Berasaluze VI-Begino, que cumplieron a la perfección su papel de pelotaris de empresa.
Y es que, los grandes beneficiados del partido de ayer fueron Aimar Olaizola y Beroiz, que sólo necesitan hacer 12 tantos mañana ante Titín III-Zubieta para estar en la final del domingo ante los ganadores del Xala-Laskurain / Martínez de Irujo-Merino I de esta tarde.
El delantero de Tricio terminó muy disgustado el partido de ayer, por no haber podido corresponder a un público volcado con él desde antes de comenzar el partido, y eso que, con algún que otro error, Zubieta logró soltar buenos pelotazos. Sin embargo, el caracolero no estuvo acertado a la hora de poner rúbrica a ese dominio.
Más conservadores
El desenlace del partido no fue extraño sólo por la victoria de los de Asegarce, sino por la forma en la que esta se produjo, con Berasaluze y Begino bastante más conservadores que en ocasiones pretéritas.
Y es que siempre se ha dicho que para que esta pareja llegue a 22 es condición indispensable que Aritz Begino domine a su par, pero ayer lo consiguieron sin que el de Auza enseñara la espalda a Aitor Zubieta. Defendiendo y esperando el fallo del contrario encontraron petróleo y chafaron la fiesta local.
El partido discurrió bastante igualado en su primera mitad, con varias igualadas en el marcador, la última en el empate a nueve. Sin embargo, Pablo Berasaluze consiguió entrar en juego y pegó un arreón en el luminoso, que no se vio frenado por un tirón en su muslo derecho en el 13-17. Tras su paso por el vestuario, el de Berriz se las arregló para dejar en nada los esfuerzos de Titín y Zubieta por remontar.