Bera Bera comenzó a cumplir con el guión que se ha marcado en la Liga para esta temporada: establecer un estilo defensivo fuerte, con una portería solvente y una barrera eficaz y centrada en la recuperación de balones, que encaje pocos goles y le permita contrataques sencillos.

Pero las donostiarras no hicieron un partido redondo. El parón de dos semanas, que suele venir bien a quien ha empezado mal -Kukullaga demostró ayer en León que ha aprovechado el tiempo-, ha cortado un poco la fulgurante salida del Bera Bera.

Las cuatro internacionales -Eli Pinedo y Bea Fernández de la World Cup, y Zoqby y Carvalho con Brasil- han vuelto de sus compromisos cansadas y no han podido entrenar en condiciones, y al equipo le costó media hora entrar en el partido.

Pese a todo, su superioridad defensiva y ofensiva, que empezó a manifestarse desde los primeros minutos -FEVE Gijón es uno de los recién ascendidos, y su mayor peligro llegó de los lanzamientos de su primera línea, en especial la rumana Irina Pop y Rebeca López-, le permitió distanciarse en el marcador y sentenciar pronto el partido.

Pero durante la primera parte su juego de ataque fue un poco espeso, con demasiados pases, y alejado del dinamismo y la verticalidad que había exhibido en las dos primeras jornadas.

El descanso sirvió para aclarar un poco las ideas y volver a recuperar las sensaciones que le habían llevado a tener contra las cuerdas a Itxako. En la segunda mitad mejoró su juego, más directo, con más chispa, en la línea en que Reyes Karrere quiere dirigir al equipo: sumar puntos haciendo un buen juego, que garantice las opciones. Con retraso, ayer lo consiguió, y ahora se trata de mantenerse en ello