Raimundo Fitero
Lo insuficiente
Insuficiente es un concepto valorativo que se está convirtiendo en una coletilla política. Todos los pasos, al parecer de unos y otros, son insuficientes. Pero si no se dan los pasos que se tienen que dar, por insuficientes que sean, no se pueden dar los siguientes pasos que van haciendo el camino hacia la suficiencia. O la insuficiencia se vuelve cardiaca. La crisis se diagnóstica como nerviosa, y la impaciencia no es buena consejera para decisión de tan gran trascendencia para hoy para que el futuro no sea una sombra del pasado.
Los programadores televisivos también consideran que todos los datos de audiencia son insuficientes. O existe conformismo, que es una de las versiones del derrotismo, o se debe mantener el espíritu de superación para seguir avanzando o al menos manteniendo sus cuotas de pantalla ya que ha sido los propios responsables de las cadenas los que han creado un sistema de alteración nerviosa perpetua que necesita de un esfuerzo constante a base de tomas de decisiones en condiciones siempre estresantes.
Volvamos al oráculo, es decir las audiencias, o sea nosotros, los televidentes convertidos en gregarios que aumentan involuntariamente las estadísticas, y nos informan de que TVE-1 ha recuperado el liderazgo el pasado mes después de varias docenas de meses en los que era Tele 5 quien mandaba. El análisis pormenorizado da explicaciones y el fútbol europeo forma parte de este adelanto, pero en la mutación familiar que está sufriendo Antena 3, recupera posiciones en el mes de setiembre y el pasado viernes logró un subidón con el nuevo programa de investigación que sustituye al «DEC» de la Patiño. Otra explicación de la buena audiencia: trataron de la SGAE de Teddy Bautista, asunto candente.
Los datos mensuales de ETB no aportan respiro, ni pueden interpretarse de otra manera que como confirmación de un desapego que costará restituir. No se avecinan buenos tiempos, repensar el ente EITB, no es mal asunto, pero requiere de un consenso social y político de amplio espectro. Desgraciadamente, ha sido, es y será siempre un tema político general convertido en partidista, que consideramos insuficiente.