Decenas de miles personas se manifestaron ayer durante el primer día del Congreso del Partido Conservador británico en Manchester, para denunciar los recortes presupuestarios que están llevando a cabo los tories en el poder. «Conservadores podridos, fuera» gritaron ante el centro que acoge el congreso funcionarios, docentes, bomberos, y también trabajadores del sector privado, en respuesta a la la llamada de la confederación de sindicatos británicos, el Trades Union Congress (TUC), bajo el lema «la alternativa: empleos, crecimiento, justicia». Los lemas de las pancartas rezaban «Los recortes no son el remedio», o «Debe irse», en referencia al primer ministro, David Cameron. La estrategia para impulsar el crecimiento y la crisis de la deuda en la zona euro centran el congreso conservador.

Cameron promete viviendas

El Ejecutivo británico ha lanzado un drástico plan de austeridad con reforma de las pensiones y la supresión de 300.000 empleos públicos en cuatro años. En respuesta a los manifestantes, el ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, afirmó desde el congreso tory que «el dinero prometido por el Gobierno laborista nunca existió. Nos ha dejado al tarea de deciros la verdad».

Con anterioridad, Cameron prometió la creación de 400.000 puestos de trabajo y la construcción o puesta en el mercado de 200.000 viviendas a precio accesible, pero descartó dar marcha atrás a la política de recortes del gasto público.

Además se manifestó a favor del mantenimiento de Gran Bretaña en la Unión Europea a pesar de las críticas de los euroescépticos del área más derechista de su partido.