Cuarto empate en seis jornadas
El ruinoso rey del empate
En una liga en la que se prima la victoria, sumar un punto te acaba arrastrando poco a poco al pozo.
Natxo MATXIN
Decididamente, Osasuna se ha abonado al empate. Cuatro de seis, como el Racing, aunque los cántabros aún lo tienen peor porque no conocen la victoria. El problema para los rojillos es que en una competición donde se prima claramente el triunfo -vale el triple-, seguir en esta misma línea va a acabar por mandarlo al pozo.
Y si encima, las igualadas ya no se pueden escudar en errores arbitrales, sino en los fallos propios, como la disposición sobre el campo o el nivel de juego exhibido, pues peor todavía. Quitando la visita turística a Barcelona, los rojillos habían exhi- bido una buena imagen en un comienzo liguero complicado frente a rivales de enjundia, pero han acabado por sembrar un jardín de dudas cuando ha llegado la hora de medirse a adversarios de parecido calado.
Que tanto contra el Granada como frente al Mallorca acabasen los navarros encajando sendos goles cuando estaban en superioridad es un signo como para preocuparse por la intensidad y mentalidad que maneja el grupo. Máxime cuando esos cuatro puntos que se han dejado de sumar no hay que verlos desde la perspectiva de que el equipo estaría ahora al filo de puestos europeos, sino que ya habría superado la decena, o lo que es más interesante, se habría materializado un cuarto del objetivo de la permanencia.
Está claro que, independientemente del último bajón de juego mostrado ante los bermellones, el mayor trabajo pendiente que tiene José Luis Mendilibar es cómo inculcar a sus hombres la tarea de saber cerrar los partidos cuando el marcador es favorable a los intereses rojillos.
Remugar la insatisfacción
Si ya de por sí ha quedado mal sabor de boca tras no poder superar al Mallorca, el problema añadido es que no queda otro remedio que remugar esa insatisfacción por un periodo más prolongado. El parón liguero de este próximo fin de semana va a impedir que, como les suele gustar a los futbolistas, tengan a corto plazo un nuevo compromiso competitivo con el que olvidar penas.
Por si fuera poco, para ese siguiente envite le falta toda una semana y encima será en uno de los campos que peor se le da en los últimos tiempos a la escuadra encarnada. De las últimas siete visitas a San Mamés, sólo en una ha conseguido Osasuna marcharse con la victoria bajo el brazo, amén de otro empate, en este caso a cero. Las tres recientes temporadas se ha hincado la rodilla, en algunos casos de manera dolorosa, como el año pasado en el descuento.
Además de ayer, la plantilla osasunista también hoy goza de descanso. Los rojillos regresarán al trabajo mañana a partir de las 10.00 en las instalaciones de Tajonar.